Progreso Espiritual

Estamos en un camino de búsqueda interior, de dicha, de amor, pero, ¿cómo saber si estamos avanzando?, ¿cómo sé si progreso, si soy cada día mejor persona?.

La medida del progreso es cuánto amor sentimos y cuánto amor somos capaces de ofrecer.

Si tenemos miedos, sufrimientos, rencores y odio, no existe un progreso espiritual, ya que todos esos sentimientos reflejan la falta de amor, solo existe progreso espiritual si uno ama realmente.

No confundir el amor con eso de “ámame, volvé, te espero, agradéceme, valórame, cuando exigimos o demandamos, eso no es amor.

Solo avanzamos cuando sentimos amor verdadero, ese amor que sólo da, que no espera nada a cambio, que da por el placer de dar, ya que esa es su verdadera naturaleza.

No solo amor hacia otras personas, sino amor hacia todos y hacia todo. Amar cada situación que nos toca vivir, disfrutándolas como un aprendizaje, un escalón en el camino que nos posibilitara avanzar un paso más.

Y amar a todas las personas es comprender que cada una de ellas, son otras partes de nosotros mismos, y están ahí para elevarme, para provocarme y probarme para ver si reacciono o recuerdo que son pruebas, si las supero avanzo y si no es así, retrocedo.

La gran medida del progreso espiritual es amar, amar y amar.

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