Muchas veces desatendemos mensajes que nuestra propia vida de todos los días nos brinda. Un detalle, una mínima expresión pueden estar dándonos la pauta de muchas otras cosas que suceden en nuestro que hacer diarios. Por eso, no es para nada descabellado pensar que la clave de nuestro futuro está en la vida diaria.
¿Cuántas veces has sentido que la vida te está dando mensajes? ¿No estás conforme con tu vida cotidiana y ello se pone de manifiesto? Entonces, probablemente, estás desoyendo los mensajes que la vida diaria te da a cada paso. Es que, en tu realidad de todos los días, se percibe lo que eres, lo que sientes y, también lo que serás. Allí, de un modo u otro, está encerrado tu futuro.
Por esto mismo es que es tan importante hacerle caso a esos mensajes que recibes día a día de tu vida. Un rechazo, una mala acción en tu contra o un desaire pueden estar diciendo mucho más de lo que tu crees en apariencia. También una buena respuesta, una sonrisa o una palabra de aliento hablan claro de algunas cuestiones. Esos motivos, sean buenas o malas, pueden estar indicándote que estás haciendo las cosas bien o mal. Y deberás tenerlas en cuenta para tu futuro, ya que él dependerá directamente de ti.
A veces, no hay nada mejor que detenerse a pensar al final del día qué hemos hecho bien y qué mal. A meditar en el por qué de las acciones y no dejar todo librado al azar y creer que son caprichos del destino. En las cosas de todos los días, están las respuestas de lo que necesitarás para progresar como persona en un futuro.