Desarrollar la inteligencia emocionalExiste el llamado coeficiente intelectual, al que se le otorgaba gran importancia en otros tiempos, hasta que el test se hizo poco confiable al ser practicado en personas de diferentes culturas, con lo cual debáis pertenecer a determinada clase social y cultura, ubicación geográfica, etc. para poder determinar tu inteligencia con este test.
Posteriormente aparece en el mundo el concepto de inteligencia emocional, y de otros tipos.
La inteligencia emocional, se sabe hoy en día, es más importante que el coeficiente intelectual, ya que este tipo de inteligencia te permite tomar conciencia de tus emociones, manejar las frustraciones con mayor éxito e incrementar todas tus habilidades.
Lo más importante de este moderno concepto es que este tipo de inteligencia se puede aprender y desarrollar, con trabajo y esfuerzo, en una manera diferente de concebir la excelencia personal, el crecimiento y la evolución y las posibilidades de trabajar con varios tipos de inteligencia para lograr un ser totalizado superior.
La inteligencia emocional te faculta además para desarrollar una mayor empatía hacia los demás, aprendiendo a reconocer las emociones en los otros y aprendiendo también a ser comprensivos y racionales en los peores momentos.
Existen 2 puntos a tener en cuenta, primordiales para entender este tipo de inteligencia y comenzar a desarrollarla:
· Velocidad superior: la mente emocional es más veloz que la mente racional, y se pone en funcionamiento inmediatamente, antes de pensar las cosas. Funciona como un radar intuitivo que nos brinda más información sobre el mundo y las relaciones, los sentimientos y emociones ajenas, que lo que puede proporcionar la intelectualidad.
· Primero los sentimientos: la respuesta emocional, al ser más veloz, toma partido y “siente” casi al instante, mucho antes de que el intelecto pueda tomar decisiones pertinentes y la racionalidad se ve influenciada por las emociones.
Es un trabajo importante lograr desarrollar la inteligencia emocional, y debería ser un aprendizaje que comience en la infancia, y podría tratarse también de una tarea de vida, dedicándole el tiempo necesario y realizando las acciones necesarias superadoras que estimulen la empatía con los demás en diferentes entornos y situaciones.
Sabemos que la superación de pruebas en la vida no deja mejor situados para afrontar crisis subsiguientes y para ayudar a superarlas.
La comprensión intelectual de sentimientos como autoestima, solidaridad, empatía, amistad, etc. nos hacen mejores personas abiertas a los sentimientos ajenos, a la iniciativa solidaria y a la posibilidad de mejorar como grupo humano.
Ampliar tus horizontes humanos, tus relaciones positivas con otros, con responsabilidad y amor fraterno, es un buen método de generar una inteligencia emocional mayor, fortaleciéndola y formándola con positivismo creador.
El coeficiente intelectual queda fuera de nuestro mundo a la hora de comparar resultados con la inteligencia emocional, que tiene más historias de éxito ya que genera un auto control sobre nuestras emociones en momentos de presión, e incrementa nuestra empatía y habilidades sociales.
Amplias el mundo a tu alrededor y tu visión sobre el mismo, sobre tus congéneres y la especie humana en general, aprendiendo a evaluar las situaciones no solamente con tu raciocinio, y sabiendo que el conjunto de tus compañeros de vida y de camino, son tan importantes para tu crecimiento personal como tú lo eres para el de ellos, gracias a la inteligencia emocional.
Inteligencia emocional, un libro de Daniel Goleman
Fuente:
www.creaturealidad.com