El increíble tesoro de tu ritmo interiorExisten prácticas generalmente basadas en la creatividad, que tienden a estimular nuestros poderes centrales, para que se manifiesten y para crecer junto a ellos y hallar de esta manera, una forma más armónica de vivir y enfrentar las crisis y los desafíos que nos presenta el mundo, la vida y nuestro propio ser.
Trabajando en la certeza de que todo ser humano es un centro de expresión en sí mismo en el que se halla oculto un increíble tesoro, al cual hay que estimular para que se manifieste libremente y con toda su sabiduría, pueden lograse evoluciones personales y un crecimiento interior insospechado.
En esta propuesta se experimenta sobre un eje central que denominas, la conciencia rítmica, una forma de danza circular y natural, sin técnica ni pasos, sino moviéndote al ritmo de tu viento interior.
Se trata de experimentar con ejercicios y dinámicas de escuelas o maestros diversos, que buscaron en el ritmo universal una llave para abrir las potencialidades creativas del individuo.
El psicólogo y antropólogo estadounidense Edwuard T. Hall (The dance of life), quien demostró como, todas las facetas de dicho comportamiento, ha realizado numerosas investigaciones sobre esta técnica de crecimiento personal.
Están implicados muchas funciones y procesos evolutivos humanos dentro de un Proceso Rítmico, como si los seres humanos estuvieran estrechamente entrelazados por un Danza Rítmica que funciona casi totalmente fuera de la conciencia ordinaria.
No es la concepción del ritmo musical ni una forma de danza o baile en realidad, sino el movimiento corporal rítmico basado en la ley de un funcionamiento orgánico que está detrás de todas las cosas en el Universo.
Las diferentes escuelas que apoyan y manejan este sistema de crecimiento personal son Lecoq, Augusto Boal, Keith Jhonston, Peter Brook, Butho, Feldenkrais, Fedora Aberasturi, Roy Hart, Linklater, etc.
El ritmo como puente sencillo hacia el trabajo de creación colectiva y hacia la unidad sin el uso de la mente racional es un patrimonio universal que opera en general fuera de la conciencia.
La experiencia fundamental es individual, natural y progresiva, ya que es sabido, hasta por los maestros de danzas más convencionales y técnicas, que cuando el cuerpo se mueve se mueven cosas dentro también.
La idea es fusionar y no fragmentar las diferentes propuestas, para que todos reciban la experiencia como algo integrado e integrador, donde tu aporte particular puede haber sido fundamental tanto para ti como para otro participante.
Esta propuesta generalmente se trabaja de forma grupal, de todas maneras el trabajo individual de expresión rítmica puede realizarse sin problemas, en soledad y meditando, en la concentración del hogar dejando fluir los movimientos acompasados con música o siguiendo el ritmo del propio cuerpo, tratando de acompasarse al ritmo del propio corazón o percibiendo los sonidos ambientales.
El movimiento impulsa a nuestro interior a despertar a una nueva forma de conciencia, a parar la razón y el pensamiento intelectual y volver a conectarse con los sonidos de la naturaleza.
Esto no es estrictamente un improvisar azaroso, sino permitirnos confiar en que la sustancia definitiva se gestará en el aquí y ahora, ya que hay mucho material para compartir, generar o escuchar de nuestro interior, y es imprescindible aprender a escucharnos y a sentirnos presentes con nosotros mismos.
La fuerza que genera el cambio se encuentra en tu interior, debes poder hallarla y también aprender a escucharte, para tomar el camino y las decisiones adecuadas a tu verdadera naturaleza interior.
Fuente:
www.creaturealidad.com