"De una manera u otra, todos os sentís en algún momento invadidos: unos intrusos se han instalado en vosotros. En efecto, los intrusos son todas estas costumbres perjudiciales para vuestra salud física y psíquica.
Los ocupantes contra los que debe enfrentarse el hombre son pues innumerables, todos los impulsos instintivos que le asedian: los celos, la cólera, el rencor, la codicia, la gula, la sensualidad, el orgullo, la vanidad, etc. Pero entre todos los posibles ocupantes, el más peligroso es ciertamente la pereza. ¿Por qué? Porque se agarra a la voluntad. Comprendemos lo que debemos hacer, sentimos lo que habría que hacer, pero la voluntad está ausente; y como la voluntad es el punto de partida de cualquier decisión, son las fuerzas vivas las que están afectadas. Pero el día en que el intelecto comprende verdaderamente lo que es bueno y hermoso, y dónde lo desea el corazón, finalmente la voluntad se verá obligada a seguir. Entonces, ¡he ahí la liberación!"
Omraam Mikhaël Aïvanhov