El universo es absolutamente próspero. Hay abundancia de todo. Nada se manifiesta en poca cantidad, sino que la vida en todas sus manifestaciones lo hace de manera generosa y numerosa.
Nuestra sociedad de consumo exige para su supervivencia que las personas consuman constantemente. Supongamos que todos nos pusiéramos de acuerdo y decidiéramos no consumir nada por una semana, salvo lo esencial para alimentarnos: provocaríamos el colapso de la economía. Este ejercicio mental nos ayuda a comprender que toda la publicidad, todos los artículos de los medios de comunicación, todas las imágenes que vemos en televisión, están orientados a que nos fijemos en todo lo que carecemos o en lo que no tenemos para impulsarnos a adquirirlo.
No importa si hiciste un gran esfuerzo para comprar un aparato de última tecnología. Mañana te encontrarás publicidad donde se anuncia un modelo más avanzado y desde ya te irá incorporando en tu mente profunda la idea de renovarlo.
Así pues, las personas están tan orientadas a focalizar su atención en lo que no tienen, que desarrollan muchas veces un sentimiento inconsciente de carencia. Esto no les permite observar y disfrutar plenamente de la prosperidad del universo y de la naturaleza. Muchas veces no son felices con lo mucho que tienen porque centran su atención en lo que no tienen. Se crea una sensación de frustración que es creada intencionalmente para que consumas.
Puedes ser mucho más feliz si todos los días cuentas tus bendiciones, es decir, si te fijas en lo mucho que tienes espiritual, afectiva y materialmente. Puedes aumentar tu felicidad si eres agradecido de lo que te comparte la naturaleza y las personas. Agradece oportunamente si alguien te da algo, —material, afectivo o espiritual. Y serás más feliz aún si compartes lo que tienes con los demás pudiendo ser parte de tu tiempo, de tu amor, de tu servicio, etc.
Observa todos los días la abundancia y prosperidad del universo: sus miles de millones de estrellas, su aire, su agua, sus árboles, sus flores, sus criaturas… Toda esta abundancia está para que tú la disfrutes y te rodea constantemente. Piensa en prosperidad y tu vida será más próspera.
Está bien que tengas aspiraciones a progresar y adquirir nuevos bienes. Lo que debes evitar es la trampa social de hacer depender tu felicidad de ello.
Por: Sergio Valdivia