El pensamiento es energía. Trabaja por ondas, (Einstein las llamó "cuantos", lo que luego dio lugar al desarrollo de la física cuántica). Todo pasa primero por nuestro pensamiento antes de ser creado, por lo tanto donde ponemos nuestro pensamiento, nuestra intención, es donde estamos creando.
Al vivir en un campo donde todo, absolutamente todo es energía, esta es fuente de toda vida y está en cada átomo. Lo importante es que funciona como un campo de inteligencia.
De acuerdo a las ondas energéticas que trasmitan nuestros pensamientos, creamos el bien y el mal.
Todas las cosas existentes en el Universo están compuestas por energía, su constante vibración es lo que nos permite visualizar las cosas a nuestro alrededor, las partículas y las subpartículas atómicas llegan a velocidades que rondan los 700km. por segundo, ante nuestra vista es como si viéramos un ventilador que gira a una velocidad tal que semeja un disco.
El manejo de la energía es una disciplina que se adquiere con la práctica constante de ejercicios que están al alcance de todos, algunos de los cuales explicaré en este apartado. Lo que importa destacar es que cuando aprendemos a manejar esa energía a través de nuestra mente programada para ello, somos capaces de cambiar nuestra "suerte"…
Cuando entendemos que el poder de nuestra mente es infinito, que todo lo creado es a través del pensamiento, que cuando nuestro pensamiento trabaja a nuestro favor, comenzamos a hacernos responsable de nuestra existencia, a darnos cuenta que somos los que pensamos. Dirigimos y actuamos nuestras vidas de acuerdo a nuestra baja o alta energía (que no son más que nuestros pensamientos co-creadores) así somos lo que pensamos y así nos vamos haciendo, creando.
Es bueno destacar que en general estamos condicionados por la creencia de que los cambios en nuestra vida llegarán a partir de luchas y procesos internos penosos, cuando no externos, pero con practica y nuestra capacidad mental resulta rápido y sencillo el cambio. Aquí se trata de la ley del menor esfuerzo. Es decir una mente disciplinada consigue lo que se propone con el menor esfuerzo.
Reiteremos, por ser fundamental para el tema que nos ocupa, que NO HAY NADA EN EL MUNDO que no éste compuesto por energía. Las ciencias naturales, y las neurociencias se han encargado de demostrarlo a lo largo de éstas últimas décadas, pese a ser una verdad conocida por sabios de todas las culturas desde tiempos inmemoriales.
Pensamientos, sentimientos, materia, todo procede de la misma fuente de energía fundamental. Por esta razón podemos cambiar nuestra personalidad, nuestras circunstancias e incluso nuestro entorno. Acontecimientos que aparentemente no dependen de nosotros son modificables con la única ayuda de nuestros pensamientos. Toda energía transforma su entorno correspondiente.
Si concentramos la fuerza de nuestros pensamientos en un objetivo determinado, antes o después lo alcanzaremos.
De la nada no sale nada; esa es la ley de la naturaleza. El que nada hace, no puede esperar nada a cambio. A cada acción, por pequeña que sea, da lugar a una reacción correspondiente, en el universo la energía no se pierde, solo se transforma. Cada pensamiento, al transformarlo en acción, va a producir una cadena de acontecimientos que nos afectará tanto como a nuestro entorno.
No es la vida la que pone en nuestro camino problemas y dificultades, sino nuestra ignorancia, el modo inconsciente en el que vivimos. En cuanto aprendemos a sacar partido de nuestras capacidades, a despertar el poder que subyace en nosotros entendemos lo que verdaderamente significa ser creativo.
Naturalmente, no basta con conocer todo esto y esperar que las cosas sucedan; para beneficiarse con los conocimientos adquiridos hay que actuar, hay que incorporarlos. Si realmente quieres triunfar en la vida, antes deberás revisar tu modo de pensar y actuar.
Debemos entender que todo lo necesario para triunfar en la vida lo llevamos en nosotros. La ciencia ha demostrado, sin lugar a dudas, que el ser humano utiliza solo una pequeña parte de su infinita capacidad innata, no existe razón alguna para que tenga que seguir siendo así. El control mental ayuda a descubrir y aprovechar el potencial oculto. Las técnicas solo requieren el deseo y la firme voluntad de controlar nuestro destino y ser felices.
Nuestra capacidad de desear, creer, esperar y aceptar el éxito nos brinda un número ILIMITADO de posibilidades. Todas las religiones así lo expresan. Si nos remitimos a la Biblia leemos: "Todo aquello que pedís en vuestras oraciones, creed simplemente que ya lo habéis recibido y así os será concedido".
Es realmente impresionante las altas metas que una mente entrenada y una conducta coherente puede alcanzar con el control mental y la meditación con visualización creativa.. "La fe mueve montañas" no es un dicho sin sentido, es una realidad que todos podemos alcanzar…