se trata de acciones tan simples que todos deberían intentar hacerlas diariamente, y además están avaladas por una fuerte evidencia científica.
Conectar con los demás. Dedica tiempo a las personas que hay en tu vida y considéralas como una parte muy importante. No dejes que el trabajo y las obligaciones te alejen de ellos, ni cometas el error de pensar que dado que siempre están ahí, ya pasarás un rato con ellos después.
Mantenerse activo. El ejercicio físico aumenta el bienestar y la vitalidad, ya sea practicando algún deporte, saliendo a caminar o a correr, ir en bici, bailar, etc. Trata de encontrar una actividad física con la que disfrutes.
Ser curioso y prestar atención. Estés donde estés, incluso en tu propia casa, presta atención a lo que hay a tu alrededor, observa lo diferente o inusual, siente curiosidad, disfruta de cada momento centrándote en él
Nunca dejes de aprender. Estimula tu cerebro buscando cosas nuevas que aprender continuamente, ya sea por tu cuenta o haciendo algún cursillo o aceptando una nueva responsabilidad en el trabajo. Busca retos que sean alcanzables para ti, piensa en cosas que te gustaría saber hacer y ponte en marcha, aunque solo sea para adquirir unos conocimientos básicos. Alguien me dijo una vez: "A mí me hubiera gustado estudiar medicina". Bien, quizás ahora esta persona no tenga tiempo ni ganas de estudiar una carrera, pero sí puede comprar un libro de fisiología y aprender un poco, si eso le gusta. Y jamás es tarde para aprender un nuevo idioma.
Dar a los demás. Haz algo por alguien, ya sea un amigo o un extraño, ofrécete como voluntario, sonríe y muestra gratitud, busca modos de ser útil a tu comunidad. Colaborar con los demás y serles útil puede ser muy gratificante y ayuda a conocer otras personas y estrechar lazos con ellos.
Simplemente siguiendo estos consejos podrás mejorar la calidad de tu vida mucho más que si te dedicaras a comprar todo lo que el dinero puede comprar.