Deja de justificarte. Cada vez que la vocecita interior justifique un pensamiento, sentimiento o comportamiento equivocado, asume la responsabilidad del error que vas a cometer y haz cuanto sea necesario para corregirlo y aprender de esa experiencia, para no tener que repetirlo.
Asume el compromiso de cambiar. Solo tú puedes hacer algo concreto para dejar de reaccionar cuando te sientes afectado emocionalmente repitiendo una y otra vez las mismas actitudes y comportamientos equivocados. Haz una lista de propósitos personales y asume el compromiso de cumplir con cada uno de ellos.
No te dejes contagiar. No les permitas a los demás que con sus comentarios negativos y su comportamiento indolente, mediocre o irresponsable te afecten y apaguen tus ganas y determinación de vivir cada día de una manera constructiva y positiva.
Acepta la responsabilidad de tus actos. En la medida en que nos hacemos responsables de lo que decimos y de lo que hacemos, podemos corregir nuestros errores y aprender de ellos. Además, nos es más fácil pedir disculpas o perdón si fuese necesario.
Canaliza las emociones negativas. Cada vez que algo nos cause malestar, que la ira se apodere de nosotros y sintamos el impulso de descargarnos en alguien cercano, debemos detenernos antes de reaccionar y preguntarnos si con nuestra actitud vamos a solucionar el problema.
Bájale la velocidad a tus días. Si vivimos acelerados, si el estrés nos maneja, perderemos la capacidad de apreciar los elementos valiosos de nuestra vida y nos desconectaremos de la intuición y la inspiración, quedando a merced de las circunstancias externas. Solo cuando estamos tranquilos, serenos y en tiempo presente podemos recibir la inspiración que tanto necesitamos para afrontar cualquier situación de la mejor manera.
Desarrolla la empatía. Colócate en el lugar de la otra persona. Imaginar por un momento que eres tú quien se encuentra en la situación del otro y preguntarte qué necesitarías que alguien hiciera por ti, te ayudará a responder de una mejor manera. Recuerda que hoy lo haces por otra persona y no sabes quién lo hará por ti en algún momento.