la Ley de las Asociaciones, aquella norma de la naturaleza que establece que vos y yo, tarde o temprando, terminaremos convirtiéndonos en el promedio de las 5 personas con las que pasamos más tiempo en nuestras vidas.
Y quizá acuerdes conmigo en que los amigos suelen ser una de las categorías de relaciones que más impacto tienen en quienes estamos siendo y en quienes seremos mañana. Los amigos, aquellas personas que nosotros elegimos para compartir momentos en la vida.
Una pregunta bien poderosa (aunque posiblemente incómoda) que podes hacerte hoy es, ¿cuál es la calidad de las conversaciones en las que suelo estar con mis amigos? O dicho de otro modo, en sus opiniones, consejos, comentarios y comportamientos, ¿te invitan a ser más, a desafiarte e incomodarte, o simplemente a consolarte y conformarte?
Por ejemplo, frente a tus problemas, desafíos, tristezas y enojos, hay tres posibles comportamientos que pueden tomar tus amigos:
El amigo ausente: A este le cuesta escucharte, y si en algún momento tenes la posibilidad de colar y contar lo que te inquieta, enseguida linkea con sus propio mundo de inquietudes. Vos le contas que estas harto de la monotonía de tu trabajo y del carácter de tu jefe, y este amigo dice cosas tales como “a mi me pasa lo mismo, mi jefe es insoportable y ….”. Esto es lo menos parecido a un amigo que podes encontrar.
El amigo “macanudo”: Este otro tiene la ventaja de que te escucha, pero siempre se engancha con tu historia y busca complacerte y hacerte sentir bien. ”Ay, pobre, que duro debe ser tener ese jefe. Debe ser difícil levantarse cada día, y me imagino lo terrible que suelen ser tus domingos por la tarde ….”
El amigo “amplificador”: Este tiene la costumbre de llenar de toxicidad tus toxicidades, amplificando todas tus conversaciones de no posibilidad. ”Y que querés?, así es la vida mi viejo ….¿no escuchaste hablar de la plusvalía? Ya lo decía el barbudo Marx, el jefe está puesto allí para que tu empleador se asegure que seas correctamente explotado. Así es la sociedad, todos los jefes son así, todos los trabajos son alienantes . No hay salida…”
El amigo: Finalmente están los amigos. Sí, amigos, porque ser amigo es un calificativo en sí. Estos entienden que la mejor forma de asistirte y acompañarte en tu angustia es dándote más y más poder. En vez de enfocarse en el afuera (tu jefe, el trabajo, la sociedad, etc.), ellos saben que tus mejores recursos están en vos mismo. Estos te escuchan, te comprenden, te apoyan, pero también te desafían y te invitan a mirar más en vos que en el afuera. “Entiendo que no te guste el trabajo en el que estás. Ahora yo me pregunto, qué beneficios secundarios estarás viendo en ir cada día allí, porque de alguna forma vos elegís a tu trabajo y a tu jefe …”
Seguramente en todos los casos (menos en el primero), existan el cariño y el amor de parte de tu amigo. Pero hoy no estamos hablando de las intenciones de ellos, sino del impacto que esas conversaciones tienen en tu vida.
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