La luz puede incrementar las vibraciones, amplificar la fuerza de los pensamientos positivos y abrir el corazón
Los Ángeles son seres de luz, que poseen todas las cualidades psicológicas de la luz misma, y son una fuerza potente de transformación. En el momento en que nosotros pensamos en la luz podemos atraer la misma a nuestras vidas. Lo mismo sucede con los Ángeles: responde a nuestro pensamiento y podemos llamarlos con solo pensar en ellos.
Cuando enviamos luz a alguien, le enviemos Ángeles; y cuando nos rodeamos de luz blanca, nos rodeamos de energía angélica. Al visualizarnos abrazados por la luz (blanca para transformación y rosada para vibraciones de amor), iluminamos y elevamos las vibraciones que se dan a nuestro alrededor.
Cuando en este curso hablo de luz, me refiero a la luz de la fuerza de amor más elevada del Universo: la luz de lo divino, de Dios. Esta luz es la verdadera chispa de vida. Es lo que brilla en el alma de todos. Es la sustancia del Yo Superior, nuestra fuerza de vida. Es la luz del esclarecimiento, la luz que trae claridad a la vida. Es la verdad lo que nos permite “ver la luz”. Se utilizan frases tales como “a la luz de”, y “echar luz sobre algo” para aclarar algo o hacerlo más comprensible.
Cuando vemos algo bajo una “luz diferente” significa que cambió la percepción que teníamos sobre determinada situación. Últimamente se escucha mucho hablar de “vivir en la luz” para indicar que se vive en un estado de percepción espiritual, en oposición a vivir en la oscuridad como representación del repudio negativo y problemático a lo que hay de espiritual en la naturaleza humana.
Los cuadros muestran a los Ángeles rodeados por un halo de luz. Los santos y las personas sagradas de numerosas religiones también aparecen como halos que las rodean. Es divertido empezar a jugar con ideas sobre la luz, explorar todas las ideas sobre la luz y descubrir cómo se utili-za la palabra y sus diversos significados. Otra connotación de la palabra (en inglés, Light), es la de algo falto de seriedad, leve, carente de pensamientos y sentimientos fuertes que oficien de lazo con la tierra.
¿Por qué será que muchas personas temen la oscuridad tanto como a la luminosidad? Al-gunas de las palabras antónimas a “luz” que representan oscuridad, son negrura, lobreguez, depresión, tristeza, desalmado, sombrío, siniestro, lúgubre y tétrico. Estas palabras suelen indicar algo así como una mentira o equivocación. Es bastante fácil librarse de la oscuridad: sólo hace falta encender la luz. El truco consiste en que debemos mantener la luz encendida; tenemos que incor-porar la luz diurna a la mente y permanecer despiertos. mediante una práctica diaria, sin concen-tramos los pensamientos en la luz y en el amor, el clima en nuestra mente se mantendrá brillante y soleado.
Cuando estamos deprimidos vamos a darnos un rápido “baño de luz”. Nos sentamos en tranquilidad, cerramos los ojos y nos concentramos en la luz dentro de la mente. Nos concentramos en la luz con los ojos cerrados por un momento y no los abrimos hasta que se haga de día en la mente. Ese instante de luz diurna será distinto para cada uno, pero será siempre una experien-cia positiva y esclarecedora.
Vamos a pedirles a los Ángeles que se unan a la luz que estamos generando. Les pedimos que protejan nuestra luz y que nos permitan utilizarla de distintas formas.
Una forma de usar la luz es para la sanación. Si sentimos dolor en alguna zona del cuerpo concentremos el rayo de luz angélica en las células que rodean la zona de dolor o enfermedad. Imaginemos que la luz se transforma en una potente fuerza sanadora originada en la luz de los Ángeles Sanadores. Sentimos que la brillante luz dorada entra en las células e impregna el tejido; sentimos la efervescencia de lo que significa incorporar el poder.
Este método se puede utilizar para enviar el rayo de luz a otros que estén sufriendo. Para ello, vamos a visualizar un rayo láser de blanca luz sanadora que brilla en partículas doradas del polvo de Dios y que podemos dirigir hacia donde lo elijamos.
Recuerda que la luz puede usarse para fortalecer los pensamientos positivos. Si nos senti-mos deprimidos o carentes de amor, podemos utilizar esta luz angélica para hacernos saber que en el cielo somos amados verdaderamente, y vamos a pedirle a los entrenadores angélicos de felici-dad que nos sonrían. Solemos olvidar que la ayuda afectuosa de la que carecemos en la tierra (ba-jo la forma de seres humanos, juguetes, entretenimientos) es abundante en el cielo.
Resulta fácil olvidar esto dado que como seres humanos nos involucramos mucho con otras personas y con instituciones humanas, tales como nuestros lugares de trabajo. Cuanto más utilicemos la ayuda celestial, más felices seremos y más satisfecho nos sentiremos.
Los Ángeles siempre están dispuestos a alegrarnos y aplaudirnos para que lleguemos a ser lo mejor posible. Son también muy indulgentes si nos olvidamos de ellos. La clave está en pedir que la luz de amor de los Ángeles brille, SOBRE, A TRAVÉS DE Y ALREDEDOR DE uno mismo. En-tonces, seamos creativos; la luz está para que juguemos con ella y sólo podemos utilizarla para el fin más elevado, tanto el nuestro como el de todo lo que nos rodea. Por lo tanto, no nos equivo-quemos al jugar con la luz angélica. Enfrentemos la luz y apliquémosla en la vida. La luz es una energía muy positiva, y es gratuita.
http://hermandadblanca.org/biblioteca/curso-sobre-los-angeles-con-enfoque-metafisico-por-alexiis/angeles-clases-de-36-a-40/