¿Qué es lo que mantiene sana a una persona a pesar de estar sometida a condiciones ambientales adversas? ¿Por qué algunos pueden superar eficazmente situaciones conflictivas y otros no? ¿Qué recursos privilegian estos individuos a la hora de afrontar tales circunstancias? ¿Son la creatividad, el humor, la autoestima, las habilidades sociales, la capacidad de amar y perdonar, entre otros, ingredientes esenciales para afrontar adecuadamente determinadas situaciones? ¿Cómo se pueden desarrollar y potenciar? ¿Qué papel específicamente cumple el humor como estrategia de afrontamiento? ¿Qué valor cumple el humor como herramienta de intervención en el proceso terapéutico?
Frente a todos estos interrogantes surgió la necesidad en el Equipo de Familia del Hospital Álvarez, Sector Infanto Juvenil, de analizar la importancia del humor en psicoterapia desde distintos enfoques psicológicos haciendo hincapié en la terapia cognitiva. Evaluar su incidencia en el self del terapeuta y en el vínculo que este último establece con el paciente, analizando ventajas y desventajas del mismo.
Además, consideraremos su implementación dentro del campo interdisciplinario y en los espacios de supervisión. La Psicología como ciencia durante mucho tiempo se ha dedicado casi exclusivamente, al estudio de las patologías. A partir de la segunda mitad del siglo XX, algunos investigadores como Seligman y Csksentmihalyi, se replantearon esa visión, produciendo un giro en la mirada del comportamiento humano dando lugar a un nuevo paradigma que considera y acentúa los aspectos más saludables de las personas, a este movimiento se lo denominó Psicología Positiva.
Martín Seligman (2003) destaca los aspectos que nos permiten aprender a disfrutar, ser alegres, generosos, serenos, solidarios y optimistas. Indica además, que aplicar las “fortalezas personales” en los momentos y ámbitos cruciales de la vida, desarrolla protecciones naturales frente a las adversidades, la depresión y las emociones negativas, y permite que la persona tenga una visión diferente de lo que ocurre.
Berger en su libro “Anatomía del Humor” (1998) define: “Lo cómico debe entenderse como una forma de magia. Lo cómico, al igual que la magia, provoca un desplazamiento repentino y racionalmente inexplicable del sentido de la realidad”.
Moody R.(2002) señala: “la capacidad de reír es uno de los rasgos más característicos y profundamente asentados del hombre. Fueron muchos los psicólogos y filósofos que han argumentado que el hombre es el único ser que ríe o tiene sentido del humor, hay quienes han llevado más lejos esta cuestión, como para sugerir que el hombre podría ser definido como “animal risible” el animal que puede reír.”
II. Desarrollo
a) El humor y su relación con la resiliencia:
El término humor nos lleva al concepto de resiliencia, definiendo esta última como la capacidad que tiene una persona o sistema social para lograr vivir bien y desarrollarse positivamente a pesar de condiciones de vida difíciles. Dicho concepto destaca los recursos para idear soluciones.
Las características del sujeto resiliente son: habilidad, adaptabilidad, baja susceptibilidad, enfrentamiento efectivo, conductas vitales positivas, y habilidades cognitivas, todas desplegadas frente a las situaciones vitales adversas estresantes, que le permiten atravesarlas y superarlas.
Henderson y Milstein afirman “Las personas pueden sobreponerse a las experiencias negativas y a menudo, hasta se fortalecen en el proceso de superarlas.” (Henderson N, Mike M. 2003)
b) Efectos del humor:
Fisiológicos:
Cuando el buen humor desencadena la risa dice el Dr. Moody “hay un decrecimiento del tono muscular, quedando los músculos fláccidos y la risa implica una liberación de tensión o de energía excesiva.”
Las emociones positivas, como alegría, buen humor, optimismo, paz, entusiasmo, son denominados estados de ánimo. Se manifiestan en el cuerpo como realidades bioquímicas que generan distintas respuestas que ayudan a combatir y hasta revertir algunas enfermedades.
Algunos beneficios del buen humor y la risa son:
Libera las hormonas endorfinas: cuando la glándula pituitaria recibe un estímulo generado por nuestra sonrisa voluntaria y consciente, reacciona liberando endorfinas, las que además de ser el analgésico natural del cuerpo, producen, al ser liberadas, una sensación de bienestar.
Disminuye la hormona suprarrenal cortisol: el estrés crónico provoca cambios fisiológicos adversos, mientras que la risa es su antídoto. Esta hace descender el nivel de cortisol que se produce en la sangre ante una situación de estrés. La risa y el humor son escapes al sufrimiento que resulta de la diferencia entre las aspiraciones humanas y la realidad que a uno le toca vivir.
El Dr. Daniel Rossetti, (2001) indica que “durante la risa hay una reducción y/o normalización de aquellas funciones orgánicas que se alteran durante el estrés. Es así mismo como se ha determinado que la risa disminuye la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la tensión muscular y decrece la activación del estrés.”
Relaja el sistema muscular: Actúa sobre el sistema neurovegetativo, que es regulado por el sistema limbico, el núcleo de las emociones. En los episodios de risa se pone en marcha en primer lugar el sistema nervioso simpático, para dar pronto paso al parasimpático, cuya acción es más duradera. La tensión arterial baja y regulariza la respiración y la digestión, pues al descender el diafragma se produce un efecto masaje sobre el hígado y la vesícula biliar. Con relación a la respiración, se produce una mejor oxigenación de todos los tejidos.
Algunas investigaciones médicas y especialmente de la psico-neuro-inmuno-endocrinología determinaron que la glándula timo no se atrofia en la adolescencia. Pero sí cambia de tamaño y disminuye, de este modo, en beneficio del organismo. Es la glándula más importante del sistema inmunológico, en ella maduran los linfocitos T. Si realmente se atrofiaran, no existiría la inmunidad del organismo. El humor, ayuda a mantenerla en funcionamiento.
Psicológicos:
El verdadero humor consiste en reírse de sí mismo, de lo que uno hace, dice o piensa. Este proceso se lleva a cabo a través del “autodistanciamiento”. Por otra parte, el humor representa una actividad creativa del ser humano, puesto que lo risible no nace de las cosas, sino de la persona misma.
Cuando la persona se ríe de sí misma aumenta su autoestima y desarrolla una actitud de reto o desafío que consiste en hacer frente a las tensiones. El verse a sí mismo desde una perspectiva cómica brinda afecto, entendimiento, apoyo, diálogo, juego y favorece una relación más cercana con los otros.
Sociales:
El humor tiene beneficios en el ámbito terapéutico, laboral, escolar y/o en reuniones sociales, ya que descomprime y puede ser útil para solucionar desacuerdos, porque relaja y refuerza las relaciones con los otros (Moody 2002).
Respecto del área laboral, muchas empresas como IBM, Xerox, General Motors, y otras, han incorporado el humor en su filosofía corporativa, su estrategia de recursos humanos o sus programas de formación. El humor favorece la innovación, la motivación, potencia la salud actúa en los recursos humanos posibilitando el incremento de su productividad.
c) El humor en la psicoterapia:
La mayoría de las corrientes psicológicas reconocen su valor en el proceso terapéutico. Una minoría concluye que el humor puede ser un modo de descargar hostilidad, frustración o una manera de tomar con ligereza los problemas del paciente. En base a todas estas investigaciones subyace la idea de que el humor es un recurso que hay que nutrir, cultivar y conservar.
Cloe Madanes (1987), plantea que las intervenciones humorísticas en la terapia de familia tienen el propósito de incluir elementos inesperados y sorpresivos facilitando a los miembros correr el foco de las críticas no constructivas y encontrar otras alternativas para mirar el conflicto familiar.
En la terapia de niños y adolescentes Salameh y Fry señalan en ¨Humor y Bienestar en la Intervención Clínica” que el humor promueve rapport positivo entre terapeuta – paciente facilitando una mejor alianza terapéutica con la población de infantes y jóvenes.
Por otro lado, indica el nivel de desarrollo cognitivo y social de este grupo.
Por último, como técnica terapéutica para explorar sentimientos, lidia con la resistencia y promueve cambios.
El autor aclara que el humor es un medio que facilita la catarsis en el proceso terapéutico.
En la terapia grupal de niños, el humor revela información acerca de ellos, crea una respuesta positiva, y espontánea.
http://www.psicologia-online.com/articulos/2007/humor_terapeutico.shtmlun beso y una linda sonrisa