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| la mente y al realidad | |
| | Autor | Mensaje |
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LIZZY924 CO-CREADOR@
Desde : 31/08/2009 He aportado : 2691
| Tema: la mente y al realidad Vie Jun 15 2012, 14:47 | |
| 1. La mente humana y la realidad Cuando nacemos, traemos un anillito de poder. Casi desde el principio, empezamos a usar ese anillito. Así que cada uno de nosotros está enganchado desde el nacimiento, y nuestros anillos de poder están unidos con los anillos de todos los demás (inconsciente colectivo, según Carl Jung). En otras palabras, nuestros anillos de poder están enganchados al hacer del mundo para construir el mundo físico y el mundo de las ideas. A todos nosotros nos han enseñado a estar de acuerdo en hacer. No tienes idea del poder que ese acuerdo implica, es decir, toda nuestra vida cotidiana está sujeta y regida por acuerdos, tanto individuales como colectivos. Además, nos hablamos incesantemente a nosotros mismos (a través de un monólogo), acerca del mundo físico o de las formas, a través de diversos procesos cognitivos (imaginación, pensamientos, memoria, etcétera) y dichos procesos aunados al diálogo interior mantienen y renuevan la estructura de la realidad física y de las formas. Se puede mencionar que, mantenemos el mundo físico con nuestro diálogo interior y cuando dejamos de hablarnos sobre nosotros mismos y nuestro mundo, es decir, cuando paramos todo proceso cognitivo. El mundo se manifiesta tal como siempre es y ha sido, un milagro, un misterio y una gran maravilla, es decir, un lugar perfecto donde la apariencia se confunde con la realidad debido a la lucha de los opuestos o contrarios. Por lo tanto, es importante, y necesario comprender que con nuestro diálogo interior renovamos, encendemos de vida, sostenemos y construimos la realidad de los objetos del mundo físico y de las formas. No solo eso, sino que también escogemos nuestros caminos, al hablarnos a nosotros mismos (pensamiento a priori). De ahí que repitamos las mismas elecciones, es decir, los mismos patrones cognitivos y afectivos, las cuales se traducen en actos o acciones diarias una y otra vez, sin darnos cuenta hasta el día de nuestra muerte biológica. Porque continuamos repitiendo el mismo diálogo interno una y otra vez, hasta el preciso momento de la muerte. El analizador es el censor, la entidad que se arroga la autoridad para analizar porque supone tener conocimiento para ello. 2. Lo anterior también se puede mencionar que se apoya en los resultados de una amplia investigación científica en áreas tales como la hipnosis, la percepción, la represión, la psicoterapia y los efectos de placebo y prejuicio. Ya que en ellas es posible comprobar, por ejemplo, cómo las creencias influyen en la percepción; cómo los seres humanos tienden a ver lo que esperan ver, lo que están acostumbrados a ver o lo que les han sugerido que verán; cómo tienden a no ver cosas que pudieran ser amenazadoras para la imagen personal o que pudieran entrar en conflicto con las creencias profundas y sólidas que han practicado durante todo un periodo muy largo en actividades cotidianas aprovechando los mecanismos de defensa. Y es así como una parte de la mente humana distorsiona las percepciones que se registran en otra; cómo una parte de nosotros oculta a otra o la engañan, etcétera. Por esto realmente los seres humanos no conocemos hasta dónde lo que percibimos es un producto de nosotros mismos (sentimientos y emociones) y de nuestras expectativas (es decir, siempre estamos esperando o deseando) culturales y sugestiones aceptadas por nosotros. Que a través del medio ambiente y la educación como instrumentos coercitivos nos han impuesto desde nuestra niñez quienes organizan y administran un estado. Para explorar o examinar los hechos como son, tenemos que estar libres de prejuicios, libres de cualquier condicionamiento, de cualquier filosofía o creencia o miedo. Es muy importante inquirir cómo se ha de observar, cómo se ha de mirar con ojos limpios, cómo escuchar de manera que no haya distorsión. Hay que comprender esto muy claramente desde el principio: es decir, no dejarnos dominar por sentimientos o emociones en forma alguna. Ya que cuando, los seres humanos están libres de prejuicios, de creencias, de nuestro particular condicionamiento y conocimiento, nos sentimos libres para examinar, entonces podemos seguir adelante, pero teniendo en mente que estamos usando un instrumento de precisión. El analizador es el censor, la entidad que se arroga la autoridad para analizar porque supone tener conocimiento para ello. http://www.slideshare.net/Euler/la-mente-y-la-realidad | |
| | | LIZZY924 CO-CREADOR@
Desde : 31/08/2009 He aportado : 2691
| Tema: Re: la mente y al realidad Vie Jun 15 2012, 14:49 | |
| 3. Para ello, es necesario estar libres, no solo para examinar, sino también para aplicar y poner a prueba en la vida práctica. Para ilustrar lo anterior se puede mencionar una leyenda de la antigua India titulada “la leyenda de los siete ciegos y el elefante”: En dicha leyenda cada ciego interpreta lo que es un elefante de acuerdo a la parte del animal que palpa; para el que toca una pata, el elefante es como una columna; para el que toca la cola, es parecido a una soga; para el que toca la oreja, es similar a un abanico, y así cada uno de ellos de acuerdo con sus patrones cognitivos y afectivos va dando una descripción e interpretación de cada parte del elefante que le corresponde tocar. La doctrina filosófica que subyace en esta analogía sostiene que toda proposición es verdadera sólo hasta cierto punto, de acuerdo con una manera de hablar y en cierto aspecto. Por ello, es importante reconocer y comprender que un guerrero, es y debe ser consciente de ello, y se esfuerza a través de la dedicación y disciplina para acallar y detener el diálogo interior junto con todos los procesos cognitivos. Otros ejemplos se pueden encontrar en algunas de la obras de Ernest Cassirer en donde destaca la imposibilidad real que tiene el ser humano de alcanzar un punto arquimédico en el conocimiento humano. Para ello señala que nunca encontraremos la sensación desnuda, ya que: …el hombre vive en un universo simbólico y no es un universo meramente natural… A diferencia del animal, el hombre ya no pertenece de manera inmediata a la realidad; no puede, digamos, mirarla directamente al rostro. La realidad circundante prístina parece sustraérsele a medida que maduran su pensamiento y su acción simbólicos… El hombre vive a tal punto dentro de formas lingüísticas, obras de arte, símbolos míticos o ritos religiosos, que nada puede experimentar como no sea por intermedio de esos recursos artificiales. El analizador es el censor, la entidad que se arroga la autoridad para analizar porque supone tener conocimiento para ello. 4. Y es así como, en resumen se puede decir que toda la realidad que aprehendemos es una realidad ya interpretada y a priori, y todo esfuerzo de conocimiento es siempre una interpretación de otra interpretación. Debido a ello, Cézanne solía decir: Que difícil es acercarse a la naturaleza con ingenuidad. Sin embargo para hacerlo es necesario deponer todas nuestras creencias y sobretodo aprender cómo detener el dialogo interior y todos los procesos cognitivos. Ya que la interpretación que realiza nuestra mente puede requerir cierto tiempo, pero ordinariamente es instantánea e inconsciente, como obra del hemisferio cerebral derecho. Recientes estudios hacen ver que la velocidad de procesamiento de información del sistema nervioso no consciente supera toda posible imaginación humana: de uno a diez millones de bits por segundo. Por esto, es fácil caer en un realismo ingenuo y pensar que nuestra observación es pura, objetiva, y no contaminada. Pero toda observación implica ya una interpretación, esto es, una inserción es un esquema o marco referencial que le da sentido, lo cual no supone un obstáculo para el estudio científico, como temía Bacon, sino que es una mediación necesaria. Sin ella, no habría observación, ni percepción, ni las cosas u objetos físicos tendrían significado alguno para los seres humanos. Por ejemplo, ¿Qué podría, significar la fórmula de Albert Einstein E = mc2 (energía = masa por velocidad de la luz al cuadrado) para la mente de un cavernícola? Debido a ello, toda observación de algo es de algo porque preexisten unos factores estructurantes del pensamiento, es decir, una realidad mental fundante o constituyente, un trasfondo u horizonte previo, en los cuales se inserta, que le da un sentido. Por ello, si ese marco referencial falta, la observación no es tal, el dato no es dato y el hecho no es nada. Son realidades neutras o plenamente ambiguas. El analizador es el censor, la entidad que se arroga la autoridad para analizar porque supone tener conocimiento para ello. http://www.slideshare.net/Euler/la-mente-y-la-realidad | |
| | | LIZZY924 CO-CREADOR@
Desde : 31/08/2009 He aportado : 2691
| Tema: Re: la mente y al realidad Vie Jun 15 2012, 14:50 | |
| 5. Por esta misma razón, las observaciones, datos o hechos científicos carecen de existencia propia independiente, y están siempre ligados de manera inextricable al contexto situacional y personal del observador, realidad que conviene tener muy presente a la hora de interpretar un hecho o un evento determinado. Recordemos que, la percepción humana aprehende siempre estructuras significantes. Es decir, vemos aquello que esperamos ver o tenemos razones para esperar que veremos. Nunca vemos todo lo que pudiéramos ver, pues siempre hacemos una selección; y nunca somos meramente pasivos, sino que, en cierto modo, construimos a priori el objeto que vemos. Aristóteles señaló que lo que está dado a los ojos (es decir, lo que se percibe) es la intención del alma. Con esto quiso decir que la intención (el intento), el interés o deseo con que miramos las cosas u objetos del mundo físico tiene tanto poder sobre nuestros órganos sensoriales que acomoda o transforma estos objetos, adaptándolos perceptivamente a su perspectiva. La intención con que examinamos, por ejemplo, una casa (si deseamos adquirirla para vivir en ella, comprarla para revenderla, pasar en ella un fin de semana o verla para pintar un cuadro artístico), nos lleva a ver un objeto diferente, y aun las mismas cosas tienen un significado especial en cada caso o situación. Y es así como, la dinámica psicológica de nuestra actividad intelectual presenta diferentes facetas cuyo nivel de complejidad es variable y dinámico. Lo primero que llama nuestra atención es que el funcionamiento de nuestro cerebro, y del sistema nervioso en general, es más supresor y eliminador que productor. Es decir, dicho de otro modo, cada persona, en un momento determinado, es potencialmente capaz de recordar todo lo que le haya sucedido en el pasado, y de percibir un número casi infinito de realidades presentes. El analizador es el censor, la entidad que se arroga la autoridad para analizar porque supone tener conocimiento para ello. 6. Esta masa de conocimiento resultaría abrumador, confusa e inútil, e incluso podría afectar mentalmente a una persona determinada al no saber cómo controlarla o utilizarla adecuadamente. Debido a ello, nuestra percepción selecciona lo que es prácticamente útil y necesario. Nuestra observación (interna e externa) de cosas y hechos está guiada por una INTENCION y un propósito determinados. Lo que impone desde un principio a nuestra percepción un conjunto estructurado, una estructura total que posee un significado personal. Este significado dependerá de nuestra formación previa, de nuestras expectativas teóricas actuales, de nuestras actitudes, creencias, necesidades, intereses, miedos e ideales y de la teoría (asimilada) o teorías que hayamos leído: es decir, todo lo anterior nos llevará a interpretar, por ejemplo, ciertos garabatos, situaciones, sombras o ruidos de una u otra forma. Uno de los grandes obstáculos que evita el acercamiento a la realidad es la arrogancia (la importancia personal). Mientras te sientas lo más importante del mundo, no puedes apreciar en verdad el mundo que te rodea. Eres como un caballo con anteojeras: únicamente te ves a ti mismo, ajeno a todo lo demás, es decir, crees estar separado de todo cuanto existe en este planeta tierra y en el universo. El mundo que nos rodea es un misterio. Y los hombres no son mejores que ninguna otra cosa. Si una planta es generosa con nosotros, al proporcionarlos sus frutos como alimento. Por lo tanto, debemos darle las gracias, o quizá no nos deje ir. De igual manera con los animales. El realismo ingenuo sostiene que fuera de nosotros existe una realidad totalmente hecha, acabada y plenamente externa y objetiva, y que nuestro aparato cognoscitivo es como un espejo que la refleja dentro de sí, a la manera de una cámara fotográfica. El analizador es el censor, la entidad que se arroga la autoridad para analizar porque supone tener conocimiento para ello. http://www.slideshare.net/Euler/la-mente-y-la-realidad | |
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