¿Crea nuestra mente a los visitantes de dormitorio?
Hace algunos días hablamos de una teoría que trataba de describir a los llamados “visitantes de dormitorio” como producto de nuestro subconsciente. Según esta hipótesis los intrusos existirían sólo en nuestra mente y, por tanto, no serían materialmente reales. Suelen aparecer inesperadamente por la noche, justo en un período que podríamos situar entre el sueño y la vigilia, de tal modo que una imagen generada por nuestro subconsciente podría parecernos del todo real. Reconozco que en un principio dudé de la fiabilidad de esta teoría, pero unas curiosas experiencias que me han ocurrido recientemente han hecho que me replantee seriamente tal explicación.
1 de agosto de 1997. Hacia las 7:00 de la mañana
Tras haber salido por la noche con unos amigos regresé a casa hacia las 5:35 de la mañana. Me encontraba bastante desvelado y decidí utilizar el ordenador antes de acostarme. Cuando miré mi reloj marcaba las 6:50 aproximadamente apagué el ordenador y me dispuse a dormir unas horas. Ya estaba medio dormido cuando oí el reloj del piso de abajo que tocaba las 7:00. Poco después -y todavía no sé por qué- abrí súbitamente los ojos. Debía de encontrarme en ese estado de trance onírico descrito anteriormente ya que ante mí, y junto a la mesilla de noche, pude divisar perfectamente una especie de escarabajo volador, de almenos 15 cm. de longitud, que se dirigía hacia mí batiendo lentamente sus alas. Parpadeé un par de veces, todavía medio dormido, pero el misterioso insecto seguía allí, acercándose silenciosamente. Tuve que frotarme los ojos e intentar despejar la cabeza para que la extraña visión desapareciera de una vez por todas. Inmediatamente me incorporé y pude comprobar que allí no había nada de nada; pero el caso es que yo lo había visto.
Esta no es la primera vez que me sucede una experiencia semejante. Anteriormente ya había creído percibir una especie de insecto mecanizado cerca de mi, también momentos antes de dormirme. Pero la experiencia más aterradora de mi vida me sucedió hace más de un año; esta vez fue momentos antes de despertar. Es algo que nunca podré olvidar…
Alienígenas en mi mente
Aquella noche me hallaba sumergido en un sueño muy curioso y aparentemente sin sentido. Soñaba que estaba en mi cuarto con un amigo estudiando un mapa que no puedo recordar. De pronto la luz se apagó y casi instantáneamente mi amigo me dijo: “No te preocupes, llevo una linterna”. Acto seguido la encendió y todo el cuarto pareció iluminarse por una potente luz. Yo empecé a parpadear, medio cegado por la luminosidad, hasta que me encontré en un estado en el que me creía despierto. Y lo creía porque una luz totalmente blanca, que iluminaba toda mi cama, me cegaba y hacía que mis ojos adormecidos se resintieran notablemente. Intrigado por lo que estaba sucediendo intenté levantarme pero me fue totalmente imposible. Mi cuerpo estaba completamente paralizado y no podía mover ni un solo dedo. Estaba cada vez más confundido y no comprendía qué estaba sucediendo. De pronto, y sin saber todavía porqué, sentí la necesidad de mirar a mi derecha, hacia la puerta que comunica con el pequeño pasillo. Como me encontraba paralizado sólo pude mirar de reojo, pero eso fue más que suficiente para descubrir la procedencia de la iluminación. Justo debajo del marco de la puerta, y con el foco de blanca luz a sus espaldas, divisé la silueta de lo que parecía ser un extraterrestre del tipo “gris”: pequeña estatura, gran cráneo y cuerpo raquítico. Tras ver la temible figura cerré los ojos y traté de gritar con todas mis fuerzas, pero me fue totalmente imposible. A penas podía emitir débiles gemidos que se apagaban al poco de atravesar mi garganta. Fue entonces cuando una extraña sensación me recorrió el alma, una sensación de resignación, casi confundida con la calma. A pesar de seguir aterrorizado no pude pensar otra cosa que: “yo no puedo hacer nada, más vale que me relaje y que espere a que pase todo”. En el preciso instante en que pensaba estas palabras oí un horrible graznido, agudo y áspero, procedente del extraño ser que me observaba. Su grito me produjo tal pánico que traté de gritar de nuevo. Esta vez lo logré y, mientras que yo despertaba, acudió mi madre a ver que ocurría. Eran ya las 9:00 de la mañana aproximadamente.
Posibles explicaciones
Hay muchos motivos que me hacen pensar que aquel misterioso ser se presentó de improviso en mi cuarto no era materialmente real. Pero a pesar de ello no debemos olvidar que la mayoría de abducciones llevadas a cabo por los visitantes de dormitorio poseen un cierto carácter onírico. Tal vez esa sea la clave para descubrir el origen de estos intrusos, los cuales podrían ser sólo fruto de la fantasía de nuestro subconsciente.
En mi experiencia se produjeron diversos hechos que parecen confirmar la teoría anterior. Si al despertar hubiera mirado a la derecha no habría podido ver a un ser tan pequeño en la puerta, ya que la mesilla de noche me hubiera cortado la visión. Por tanto debo suponer que si en ese estado de semi-consciencia en el que me hallé vi realmente algo, ese algo fue una distorsión de la realidad, mezclado con una figura que me resulta muy familiar. Respecto a la luz que iluminó mi cama, podría tratarse de la del cuarto de baño que, según me explicó mi madre, estaba encendida poco antes de que yo despertara súbitamente. Parecería una explicación razonable si no fuese que la luz del baño llega a mi cuarto con una tonalidad amarillenta; y la que yo vi era completamente blanca. Por último, el grito que lanzó el alienígena podría explicarse como el ruido final que hace la cisterna del lavabo después de tirar la cadena. El chillido me pareció diferente pero puede que mis sentidos estuviesen también afectados por ese trance onírico en el que me hallaba sumergido. De este modo se podría explicar lo que me ocurrió: relacioné una típica abducción nocturna en casa con la realidad que me rodeaba. Si a esto añadimos las lógicas distorsiones causadas por mi estado de semi-sueño parece una explicación razonable.
En mi caso es fácil de explicar la presencia de un gris en el sueño pero, ¿cómo se explica que, si de verdad no existen fuera de nuestra mente, tanta gente los describa igual? ¿Y cómo aparecen entonces las cicatrices en los cuerpos de los abducidos?
La realidad es siempre más complicada
Resulta muy difícil marcar una barrera entre la realidad y la fantasía en los casos de abducción. Éstos incluyen elementos que hace de las experiencias vividas por los secuestradores parezcan totalmente irreales en nuestro mundo. No ocurre con todos los casos, pero gran parte de ellos incluyen este tipo de características: seres que atraviesan paredes, separación de alma y cuerpo, viajes astrales, lugares “imposibles”, etc. Lo cierto es que la casuística OVNI, y especialmente la que se refiere a las abducciones, es cada vez más compleja y los casos nos sorprenden cada día más.
Nos es del todo imposible, hoy por hoy, afirmar que estos visitantes proceden de planetas lejanos, de otras dimensiones o de lo más profundo de nuestras mentes. Pero lo que jamás debemos hacer es ignorar las evidencias, y éstas nos dicen que algó está sucediendo. ¿Qué es? No lo sabemos, pero está sucediendo.
http://oculto.eu/crea-nuestra-mente-a-los-visitantes-de-dormitorio/