El sufrimiento emocional, como su propio nombre indica, lo generan las emociones que nos hacen sufrir; emociones como la ansiedad, la tristeza, la ira o el odio, las experimentamos con sufrimiento, a la vez que nos impiden disfrutar de la alegría y la felicidad.
Esas emociones que experimentamos con sufrimiento dependen directamente del miedo, causante, junto con nuestro comportamiento ante él, de ese conjunto de emociones que nos hacen sufrir, además de impedirnos disfrutar plenamente de la alegría y la felicidad, emociones estas que nos causan contento y placer y nos hacen sentir bien, a gusto, satisfechos.
Eliminando nuestro miedo, eliminamos nuestro sufrimiento emocional. Si además eliminamos el deseo (el ansia), el amor, la alegría y la felicidad surgen en nosotros tal como el agua de una fuente a la que le hayamos quitado el tapón que le impedía manar.
Las enseñanzas de control e inteligencia emocional que vengo impartiendo no son novedosas en esencia, pues hace miles de años que las emplean los budistas para erradicar el sufrimiento emocional y alcanzar la alegría y felicidad duraderas y los demás logros a que ello conlleva; sin embargo, he añadido y adaptado técnicas y conocimientos basados únicamente en mi propia experiencia, a la que denomino “Del pánico a la alegría”, teniendo en cuenta que soy occidental y vivo en el siglo XXI, que sufrí trastorno de pánico con agorafobia, obsesiones y depresiones, y que pude superar esos trastornos y alcanzar la felicidad gracias al camino que recorrí, y que, en principio sin yo saberlo, resultó ser similar al que siguen innumerables budistas en lo que a la superación de los miedos, el desapego, no desear (no ansiar), y los métodos empleados para ellos se refiere: Meditación vipassana y samatha, recta atención, recto pensamiento, recto esfuerzo y recta conducta entre otros.
Actualmente enseño Meditación Shamata (el vehículo de la serenidad), para aprender a concentrarse lo suficiente en cualquier objeto o fenómeno, y poder así observarlo detenida y continuadamente mediante la Meditación Vipassana (el vehículo de la intuición), con la cual podremos comprender mejor lo que se observe (una sensación, un pensamiento, un objeto, etc.), y reconocerlo fácilmente con la práctica.
La práctica adecuada de esos dos tipos de meditación, junto con el recto pensamiento, la recta conducta y la recta atención, nos ayudarán superar nuestros temores además de vivir más conscientemente el momento presente (aquí y ahora), y emplear el pensamiento intuitivo, que a su vez, empleado adecuadamente, nos ayudará a ser más felices.
http://senderodeluz.blogspot.com.es/2006/01/sufrimiento-emocional.html