La dicha de poder elegir
Si aun no logras tener las condiciones que te hagan sentir satisfecho y feliz, es porque aun no has develado algunos secretos tuyos, entre los cuales se encuentra, tu capacidad de elegir. Nuestro creador nos diseñó de tal manera, que tenemos la posibilidad de cambiar y crear las circunstancias a nuestro gusto. Este es un gran don, que poco utilizamos o mal utilizamos, aun siendo tan útil y tan importante para nuestra felicidad y la evolución.
Muchas veces tenemos la intención de hacer algunas mejoras en nuestra capacidad de generar riqueza, de mejorar nuestra salud o nuestras relaciones interpersonales, pero la mayoría de las veces abordamos estos asuntos desde una perspectiva de la duda y el miedo. No es raro que así sea, porque la gran mayoría de la humanidad aun se encuentra profundamente convencida de no tener la plena capacidad de hacer estos cambios. Simplemente aun no hemos reconocido abiertamente esta capacidad innata y tan natural en nosotros.
Nuestro poder de elegir tiene un gran significado y es responsable de todas nuestras circunstancias. En todo momento estamos eligiendo, pero, como aun elegimos desde la mirada de la duda y el miedo, nuestros resultados nos dejan insatisfechos. Cuando aprendemos (o recordamos) lo que es elegir desde la perspectiva del amor hacia nosotros mismos, la vida recién se inicia, aunque tengamos 80 años o más de edad. Recién entonces, tomamos confianza en el proceso de la vida y esta nos recibe mostrándonos todas sus bondades que podemos seguir eligiendo de acuerdo a nuestro gusto.
No es mentira que el universo está a nuestra disposición para darnos todo lo que deseamos, como el genio de la lámpara de Aladino. Solo que se nos olvida el idioma que el universo utiliza para hacer nuestros favores. El universo es Dios mismo listo para colaborar con nosotros y Dios no se puede expandir entre miedos y dudas. Cuando tenemos miedo o angustia Dios sigue a nuestro lado, pero dejamos de considerarlo. Desde la perspectiva del miedo solo podemos detenernos, sufrir y destruir, desde la perspectiva del amor somos felices y podemos crear porque el amor es expansivo.
Una iniciativa de mejora en cualquier aspecto de nuestra vida nacida desde la dicha de poder elegir libremente tiene un gran potencial que asegura la llegada a su concreción. Una iniciativa nacida desde el miedo raras veces llegará a buen puerto, por más justa que sea nuestra petición.
Por muy grabes que te parezcan tus circunstancias actuales, puedes poner una sonrisa en tu rostro y sentir la dicha de saber que es posible revertir tu situación. Puedes aceptar esto y agradecer con toda tu alma que exista esta posibilidad real de hacer los cambios que necesitas con tanta urgencia. Claro que es real. Levántate y celebra que esto sea una promesa de Dios para ti, sin ninguna duda y en completa certeza. Deja de dudar de una vez.
Elige lo que te queda bien, elige lo que te haría feliz, elige lo que quieres sentir, elige lo que quieres hacer y cómo te quieres ver. No involucres a otras personas en esto, se trata de tu propia elección donde los demás también son libres para elegir ser como quieran ser. No puedes contemplar influir sobre otros, déjalos así como están y elige por ti y para ti. Disfruta de tu poder de elegir, eres tan libre para hacerlo. Sin embargo, nunca olvides que los demás también lo son. La dicha de elegir es para ti y para todos por igual.
Nuestra única función es aprender a elegir lo que nos hace bien. Esa es la tarea que vinimos a realizar en esta vida. Mientras mas nos escuchamos a sí mismos, mejor serán nuestras elecciones y más dicha nos aportarán. Mientras más nos postergamos más tristes serán los resultados.
El amor a si mismo se encuentra tan mal entendido, pensamos que mientras más nos preocupemos por los demás será mejor para todos. La postergación de nuestra felicidad solo traerá desdicha a nosotros mismos y a todos quienes nos rodean. Nunca ha podido ser beneficiosa para nadie.
La dicha de elegir nos permite hacer la transmutación de victimas a magos. Una persona que se siente víctima no se siente capaz de hacer cambios en sus circunstancias y sentirá que otros son los responsables de su desdicha. Un mago es libre y se sabe responsable de todo lo que crea sin culpar a los demás ni a sus circunstancias.
Tenemos en nuestras manos seguir siendo víctimas o utilizar la dicha de elegir.
Patricia González
http://espacioyovivo.blogspot.com/2012/03/la-dicha-de-poder-elegir.html