Es fácil para muchos de nosotros decir que "creemos que merecemos lo mejor", sin embargo, por alguna razón, también muchos de nosotros no lo posee.
Una de las razones puede ser porque realmente, en el fondo de nuestros corazones, no creemos esta afirmación. Esa pequeña vocecita que llevamos dentro se encarga de sembrar dudas profundas.
Durante años y, corroboradas por nuestras experiencias, nos hemos (y nos han) repetido frases como: Nunca lo lograrás; Tienes lo que mereces; Ja, ja, ja...
Estas frases se han llegado a grabar en nuestra mente de tal manera que se han convertido en nuestra forma de pensar y, por supuesto, de actuar.
Sin embargo, hay buenas noticias:
1. Recuerda que estas formas de pensar no son otra cosa más que pensamientos y los pensamientos se pueden cambiar.
2. En tus manos está la elección más importante: el querer cambiar esta programación por una que sea más valiosa para tu vida.
Una vez que has descubierto tus creencias respecto al merecimiento:
a. Establece los nuevos patrones de pensamiento que quieres tener. Haz tus afirmaciones y practícalas con alegría, de preferencia visualizándolas, ya que así les darás más poder.
b. Agradece y celebra todo lo que tienes en tu vida, incluyendo aquello que no te gusta, porque aún de eso podrás aprender lecciones que te ayudarán a mejorar.
c. Se paciente. Los cambios pueden tardar.
d. Observa los pasos, por más pequeños que sean, que puedes dar.
http://sanatuvida.blogspot.com.ar/2009/08/merecimiento-y-abundancia.html