El Karma nos da enseñanzas para obtener, en la medida en que sepamos interpretarlas, sabiduría y eficiencia que nos permiten encuadrarnos dentro de la ley. De esta manera comenzamos a transitar un camino cada vez más armónico y pleno, encauzándonos en nuestro Dharma.
A medida que nos acercamos al Dharma, estamos más en armonía con la ley, producimos menos transgresiones, por lo tanto generamos menos Karma negativo, menos sufrimiento. De manera que Karma y Dharma se van complementando.
A su vez, una mejor acción, un mejor Karma, nos lleva a estar mejor en la encarnación. Un buen Dharma, estar en un camino de crecimiento, también nos permite estar mejor en la encarnación, lo que nos llevará a que en la próxima vida manejemos mejor la ley de causa y efecto. Todo esto se produce porque logramos un cuarto punto, que es el desapego, que nos permite estar más libres, contentos y despreocupados, para encontrar mejor nuestro Dharma.
Así estas cuatro leyes se relacionan y se complementan, configurando la Ley Superior de la Evolución, en la cual estamos insertos los seres humanos.
un beso y una linda sonrisa