"¡Cuánta gente atrapada en la vorágine de sus actividades
diarias no piensa que, a cada instante, puede perder la vida! O
incluso si piensan en ello, la muerte no es más que una palabra
vacía de todo contenido. Así pues, cuando se acerca el momento
de dejar la tierra, se produce en ellos una toma de conciencia
terrible y el remordimiento se apodera de ellos, ya que tienen la
sensación de haber dejado de lado todo lo valioso de la
existencia.
Incluso, si el remordimiento no borra nada, es bueno lamentarse
de sus faltas y del tiempo perdido. Pero para que estas
lamentaciones no sean estériles, es necesario al mismo tiempo
unirse a la luz, porque ella es nuestra única salvación. Allí
donde vayamos, es la luz la que nos conduce, y ella es también
para nosotros un alimento. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov