Infusión:
Es el método mejor para sacar de una planta todas sus propiedades terapéuticas.
Poner agua a cocer, cuando hierva el agua se echa en una taza, se pone la cantidad de la planta que indicamos en ella, se tapa, para que no pierda sus principios activos, normalmente con 1 cucharadita es suficiente por taza, si la hierba es fresca hay que echar el doble, dejarlo reposar unos 5 o 7 minutos, si el sabor no es agradable es mejor endulzarla con miel. Se pueden hacer las infusiones de todo un día, y hay que tenerla en la nevera, aunque lo más aconsejable es prepararla en el momento. Es para uso interno.
Decocciones:
Se pone agua a hervir en una olla, más o menos ¾ de litro y se echan 3 o 4 cucharaditas de la hierba, si es fresca el doble, y se deja hervir entre 5 a 20 minutos, dependiendo la la planta, tiene que reducirse la cantidad de agua, como mínimo a la mitad, se deja reposar otros 10 minutos y se mete en la nevera colado, no más de 24 horas. Es para uso interno y externo.
Maceración:
Se hecha en agua fría una cantidad de planta equivalente a 20 partes de agua por 1 de hierba y se deja macerar no menos de 6 o 7 horas, hasta semanas. Es para uso externo.
Tinturas:
Se prepara dejando la planta en alcohol etílico o etanol, que se diluye en agua al 50% normalmente. Se ponen las plantas en un recipiente y se cubren con el alcohol ya rebajado, se deja macerar entre 20 y 40 días, moviendolo cada día, cuando pase el tiempo necesario, se echa el liquido en un recipiente limpio y seco colándolo con una gasa fina. También en lugar de usar alcohol se puede usar bebidas alcohólicas como ginebra, vermú etec, el sabor será diferente y en algunos casos más agradable. Es para uso interno, siempre hay que respetar las dosis recomendadas a cada planta, para evitar posibles intoxicaciones por abuso del consumo.
Jarabes:
Se prepara usando la mitad de una decocción o de una infusión con azúcar integral o miel, se pone a calentar con el azúcar o la miel, igual proporción de infusión o decocción que de azúcar o miel, se calienta y se remueve hasta que esté bien mezclado todo, se deja enfriar y se pone en un sitio fresco y oscuro, o en un tarro opaco y se conserva, dosificación 2 o 3 cucharadas al día. Es para uso interno.
Plantas en aceite caliente:
Se cubren las plantas con aceite, de oliva o girasol, y se poner al baño María durante 2 o 3 horas para sacar todas las propiedades de las plantas, cuando se enfría se mete en un recipiente opaco, para evitar que le de la luz, y se guarda un máximo de 6 meses desde la fecha de realización. Es para uso externo.
Plantas en aceite frió:
Se cubren las plantas con aceite de oliva y se dejan macerar durante 15 o 45 días, si queréis aumentar la eficacia, ponerlo al sol, cuando pasen los días se cuela y se echa en un recipiente de vidrio opaco. Su uso es externo.
Cataplasmas:
Se realiza con la harina de la planta y con agua tibia o caliente, se mezcla todo y se hace una especie de pasta, que se aplica en la zona afectada. Es para uso externo.
Emplastos:
Se ponen una o varias plantas en la zona afectada, para que sea más efectivo es mejor calentarlas en agua, cuando estén calientes se sacan y se les escurre el agua bien, se colocan en la zona y se tapa con una gasa limpia, para evitar que se caigan, se pueden tener entre 1 y 3 horas. Su uso es externo.
Compresas:
Se prepara empapando una gasa o toalla pequeña en una infusión o una decocción y aplicándola en la zona afectada durante 1 a 3 horas. Su uso es externo.
Ungüentos:
Se preparan con grasas minerales como por ejemplo vaselina o minerales como el aceite de oliva o girasol, en el caso de hacerlo con vaselina el ungüento sera más espeso que si se hace con aceite. Primero se pone la vaselina o el aceite, en un recipiente al baño María hasta que se ablande o se caliente, se echan las plantas y se mueve durante 15 minutos manteniendolo caliente, se cuela y se vierte en un tarro y se guarda un máximo de 3 meses. Su uso es externo.