saúco. Se le atribuyen poderes sobrenaturales, nadie puede hacerle daño o destruirlo sin correr riesgos, ya que se cree que fue posesión de un espíritu. Crece en islas o riberas cenagosas y en su sombra se ocultan cosas desconocidas. Este árbol esta asociado con una buena mujer de la mitología nórdica, llamada Hilda o Hulda, considerada madre de los duendes. El saúco, además del símbolo de Hilda, era utilizado en Dinamarca, en la ceremonia de su veneración, ya que Hilda, según la leyenda, vivía en su raíz. Se dice que esta madera es prohibida, y que todo aquel que la use en la construcción de su casa, sentirá que sus pies son jalados por fuerzas extrañas. En Wales significa planta de la sangre del hombre y se dice que la variedad de duendes vive solo donde se ha rociado sangre humana. Cuentan también, que el saúco tiene virtudes y que éstas se pueden obtener cortando una rama, con previo permiso, durante la noche del 6 de enero. Se dice que la madera de saúco sana el dolor de muelas, libera a la casa de ataques, de las serpientes, de los mosquitos.
También tranquiliza los nervios, detiene las peleas, combate las polillas de los muebles y asegura que todo aquel que lo cultiva podrá morir en su propia morada. Si en una tumba se coloca una cruz hecha con saúco, se comprobará la santidad del muerto, si en la cruz brotan hojas y flores.
El Helecho. Si bien los helechos tienen poco valor comercial, hay una variedad en Nueva Zelanda que es utilizado como alimento y otra variedad, el helecho defensor, que despide un olor muy parecido a la frambuesa y hervido es un muy buen sustituto de té. En Sudamérica y en Columbia Británica, crece un helecho llamado quebrahacha común o helecho águila, por el parecido de sus hojas con las alas del águila. Pero existe una variedad muy rara, que es conocido hoy como cascabel o trabajo de luna y en tiempos remotos se la conocía como margatón o lunario. Dicen que es muy peligroso sembrar este helecho en el camino de la casa, ya que podría abrir la puerta de la misma, entrando por la cerradura de la puerta, y si creciera en un lugar por donde pasan los caballos podría hasta quitarles los cascos.
Uno de sus nombres antiguos era precisamente quitacascos.
El helecho de Tartaria, llamado también barometz o cordero de Genghis, es uno de los más raros, y su raíz peluda es parecida a un perro o un cordero. El helecho llamado aspidium flix es conocido, por un número reducido de personas, con el nombre de Mano afortunada y es utilizado, tanto sus hojas como sus raíces, para terminar con los hechizos de brujas y magos.
Su nombre de Mano afortunada se debe a que sus no muy extensas hojas, son parecidas a manos. De sus cenizas, se hace una especie de vidrio que dicen tener poderes mágicos. Cuentan que Genghis Khan, comprendía el lenguaje de los animales y de las plantas cuando usaba su anillo, que contenía las cenizas de este helecho. La semilla es la parte más preciosa, ya que esta planta florece solo una vez, y en la oscuridad. Si en la noche de San Juan, una persona esta lejos y se pone a mirar con atención, puede observar como las flores de un rojo oscuro se abren, entonces caen, a la madrugada, en el suelo y son completamente absorbidas por la tierra. Los labriegos rusos creen que es bueno verlas, por lo cual durante la noche recorren los valles, donde se encuentran estas plantas. Si no aparecen las flores, pueden si, verse las semillas brillando en la oscuridad como si fuera polvo de oro.
Si mientras se riega esta valiosa semilla, se desea que los tesoros de tierra sean revelados, se los podrá ver en una luz transparente y azul, como si fuera una copa de cristal. La infusión hecha con el helecho florido confiere eterna juventud. Las semillas de estos helechos deben ser recogidas y bien guardadas, para que el diablo no se las adueñe, a las doce de la noche del día de Pascua. Los sirios invocan, contra la magia, el espíritu de esta planta, marcando en la mano de la mujer que se va a casar, la forma de la hoja del helecho. Se coloca la hoja del helecho, conocido con el nombre de guante de novia, sobre la mano de la novia haciéndola concordar con ella y después, se lava sobre la piel con tinte del árbol de hena. Luego, se protege el reverso de la mano envuelta con el helecho, y su forma perdurará, el tiempo que dure la tintura. Al adianto, se le dio el nombre de cabello de doncella debido a su tallo delgado y de un color negro brillante. Adiantos, en griego, significa seco y hace alusión al cabello de Venus, que cuando se levantó el mar no fue ensuciado, por lo que fue llamado también cabello de Virgen y fue dedicado a los dioses del infierno por razones impresumibles.
Este mito griego llego también a Inglaterra, donde si bien el helecho macho servía para evitar el mal de ojo y la brujería, no debía llevárselo encima ya que las serpientes lo perseguirían hasta que se deshiciera de él.
Muérdago. La costumbre de decorar las casa con muérdago, tiene su origen en las ceremonias de los Druidas. La tradición de tener, en invierno, plantas verdes dentro de la casa, se debe a esa necesidad de alojar al espíritu del bosque, al que la rigurosidad del frío y de la nieve lo ha exiliado.
La iglesia prohibió el uso del muérdago durante mucho tiempo, por considerarlo una tradición pagana. Siglos atrás, se saludaba a esta planta sagrada, en asambleas públicas desarrolladas en la plaza, y los labradores lo usaban contra los encantamientos, se los solía ofrecer a la vaca que tenía la primera cría después de Año Nuevo. Es normal, en Alemania, colocar una rama de muérdago en una casa vieja, para que las almas que la habitan aparezcan y puedan responder preguntas. En los ritos Druidas, el muérdago tenía una estrecha relación con los espíritus, ya que no crecían en la tierra, y era más venerado cuando se lo encontraba colgado del roble sagrado. Cuando a final del año, los Druidas necesitaban muérdago, un sacerdote se vestía con una túnica blanca y una estola dorada para cortarlo, y como no debía tocar la tierra, se colocaba un lienzo blanco para que cayera en él. Los gajos del muérdago se repartían entre la gente o los tallaban en anillos o brazaletes, ya que se lo consideraba con poderes para alejar el mal, es muy bueno contra las brujas, el veneno, las convulsiones, los arrebatos, etc. Cuando empieza a desaparecer la nieve, es el momento en que la fruta madura. El muérdago no siempre fue la parásita que hoy es, se dice que fue un árbol de cuya madera se hizo la cruz de Cristo, y luego se redujo a lo que es hoy. Los antiguos monjes llamaban al muérdago "madera de la cruz", y atacaban todo tipo de enfermedades bebiendo una infusión hecha con sus hojas, tragando virutas o simplemente llevándolas encima.
http://www.hechizos.info/articulo_magia_hierbas_raices.html