Le pedimos al Señor que sane la negatividad que hemos heredado de generaciones pasadas, para pedirle que sane nuestro matrimonio, para que seamos más felices que antes.
En el nombre de Jesucristo, rompo todos los patrones de profunda infelicidad matrimonial de mi árbol genealógico. En el nombre de Jesucristo, digo no a todo sometimiento de la esposa y a todas las expresiones de falta de amor en el matrimonio. Paro todo odio, deseo de muerte, cualquier deseo o intenciones malas en las relaciones matrimoniales. En el nombre de Jesucristo, acabo con toda transmisión de violencia, venganza, rencor, de vicios y todo comportamiento negativo, toda infidelidad y decepción. En el nombre de Jesucristo, pongo fin a toda transmisión codificada que impide relaciones duraderas. En el nombre de Jesucristo, renuncio a todo esquema de tensión matrimonial, de divorcio y de falta de sensibilidad. En el nombre de Jesucristo, termino con todos los esquemas que están profundamente arraigados, en ese sentirse atrapado en un matrimonio infeliz y en todos los sentimientos de vacío y fracaso. Padre, perdona a mis familiares por todas las formas que han deshonrado el sacramento del matrimonio. Haz que en toda mi familia haya muchos matrimonios felices, llenos de amor, fe, fidelidad y cariño. Bendícelos, llénalos con tu misericordia, tu luz y tu paz.
No apagarán el amor ni lo ahogarán océanos ni ríos. (Cantares 8,7)
NOTA: Decir esta oración durante 9, o 18, o 27 días seguidos.