El proyecto SETI y el equipo de colaboración de la
Universidad de California en Berkeley (UCB) que buscan desde hace varias
décadas señales de radio provenientes del espacio que sean originadas
por tecnología extraterrestre podría haber captado ya las primeras
ondas electromagnéticas con indicios de interferencias de baja
frecuencia que solamente se producen cuando son creadas por tecnología y
no de forma natural.
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