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Cualquier festividad sagrada tiene sus símbolos, que la distinguen de las demás. La Navidad, la fiesta más sagrada del mundo cristiano, no podía ser ajena a esta circunstancia, aunque el significado de cada objeto depende de la tradición imperante en cada zona o cultura. Estos son algunos de los adornos más representativos que podemos encontrar en los hogares españoles. En la mayoría de los casos, están relacionados con antiguos cultos precristianos.
Bolas de Navidad
Las populares bolas de colores, en ocasiones luminosas, que se cuelgan del árbol de Navidad son un recuerdo de las manzanas que pendían en la Antigüedad de los árboles sagrados para propiciar el retorno de los espíritus de la Naturaleza y la fecundidad de la Tierra.
Campanas
Las campanas representan el mensaje de alegría que la llegada de la Navidad, el Año Nuevo y, en algunos casos, el Niño Dios, aportan a la humanidad.
Velas orgónicas
La Nochevieja se celebra en cada cultura de una forma diferente, aunque siempre con un denominador común: la esperanza de que el año que nace sea mejor que el que se despide. En unos países se recibe el año con uvas, en otros con lentejas, y en algunas zonas de Iberoamérica se encienden las velas orgónicas, cada una de ellas con un color y una finalidad diferentes. Salud, dinero, amor y trabajo son normalmente los deseos más habituales. Con la inmigración llegada a España desde estos países, ya son bastantes los ciudadanos de nuestro país que en Nochevieja encienden alguna de ellas.
Piñas
Las piñas siempre han sido un símbolo esotérico que representa dos factores diferentes: por un lado, el secreto al estar cerradas; por otro, la unidad que debe existir en un grupo o familia. Este símbolo fue uno de los más usados por grupos esotéricos, entre ellos los caballeros del Temple.
Lágrimas de Navidad
En algunas regiones septentrionales y del centro de Europa se cuelgan en el árbol de Navidad, junto a velas, bolas y guirnaldas, las lágrimas de Navidad, que representan la despedida del año que se va y el recibimiento al recién llegado. Desde hace años son bastantes los hogares españoles donde también pueden contemplarse estos adornos.
Herraduras
La herradura ha sido considerada siempre en las culturas mediterráneas un símbolo de suerte y protección. En tiempos precristianos representó también al Dios astado, una de las principales y más antiguas divinidades, junto a la Diosa Madre.
Poinsetia o flor de Pascua
Esta flor, originaria de Centroamérica, es conocida también como nadala y es, sin duda, la que mejor simboliza la Navidad. Forma parte de la decoración de muchas casas en estas fiestas y el color rojo de sus hojas garantiza suerte y fortuna a sus propietarios.
Múerdago
La planta silvestre más utilizada desde la Antigüedad durante el solsticio de invierno es, sin duda, el muérdago. Ya era recogido por los antiguos druidas, que lo cortaban con una hoz de oro. Servía como protector e incluso como medicamento (aunque en grandes dosis puede ser letal). Actualmente, en estas fiestas se utiliza fresco como ramito que se cuelga en las puertas, y seco quemándose para purificar los hogares.
Muñecos de nieve
Sobre el actual muñeco de nieve existen diferentes teorías, pero para muchos estudiosos constituye un símbolo un tanto pueril del Padre Invierno.
Estrellas
Las estrellas representan el firmamento eterno donde reside la Divinidad. Su número de puntas puede variar entre cuatro y seis. También pueden tener colores diferentes. Pero su significado siempre es el mismo.