Cuando nosotros tenemos sentimientos positivos estamos irradiando, somos como soles que entibian la vida en general.
Cuando nosotros estamos enojados, preocupados, etc, establecemos límites entre nosotros y los otros.
Cuando nos sentimos bien e irradiamos sentimientos positivos esos límites se borran y estamos mucho mas cerca de poder reconocer nuestra verdadera identidad, donde realmente los límites no existen.
Muchas veces tan cerrados como estamos, dejamos de practicar la sonrisa, las caricias, el saludo, el gesto amable, la gentileza.
Ya vimos que solamente existen 2 tipos de emociones, las que se sienten bien y las que se sienten mal, así de simple.
Cuando te sientes mal, te estas centrando demasiado en ti, te cierras y el mundo parece reducirse.
Cuando te sientes bien, te expandes, ves más allá de ti mismo, te ensanchas.
El poder magnético de la vida atrae a nosotros de acuerdo a nuestros sentimientos.
El tema de hoy es que en el acto de generar buenos sentimientos no estamos solos y en este punto reconozcamos la importancia de afectar positivamente nuestro entorno, que realmente no sé hasta donde se extiende.
Cuando nosotros tenemos sentimientos positivos estamos irradiando, somos como soles que entibian la vida en general.
Cuando nosotros estamos enojados, preocupados, etc, establecemos límites entre nosotros y los otros.
Cuando nos sentimos bien e irradiamos sentimientos positivos esos límites se borran y estamos mucho mas cerca de poder reconocer nuestra verdadera identidad, donde realmente los límites no existen.
Muchas veces tan cerrados como estamos, dejamos de practicar la sonrisa, las caricias, el saludo, el gesto amable, la gentileza.
Los beneficios de estas prácticas son inmediatos y sería bueno que además fueran contagiosos.
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