No vale la pena centrarse en cosas que no se desean (lo que provoca una activación de la vibración en tu interior) y a las que la Ley de Atracción responderá, creando, por consiguiente, una realidad que no deseas.
Con frecuencia las personas alegarán que su razón para prestar su atención a ese tema es porque es cierto. Pero, aunque haya muchos temas que sean ciertos y que te gustaría experimentar personalmente, hay muchos otros que también lo son y que no te gustaría vivir.
No importa si es cierto o no, sino si quieres o no quieres experimentar su veracidad en tu experiencia. ¡Todo aquello en lo que te centras durante un periodo de tiempo lo bastante largo se hace realidad! ¡Es una ley! Tu prosperidad se potenciará inmediatamente cuando entiendas y comiences a utilizar tu propio Sistema de Guía Emocional. Mediante tu exposición continuada a la experiencia de la vida te ves estimulado a la atención constante, lo que significa que cada día y durante todo el día te estás concentrando en algo, y que ese enfoque provoca la activación de una vibración en tu interior.
La mayoría de las personas no se dan cuenta de que son Seres Vibratorios que viven en un Universo Vibratorio, ni tampoco de que con sus vibraciones están atrayendo su propia realidad. Por lo tanto, la mayoría de las personas hacen poco o ningún esfuerzo para enfocar deliberadamente sus pensamientos.
En este trepidante entorno, con tantas cosas a tener en cuenta, supondría una tarea hercúlea ser consciente de todos los pensamientos. De hecho, la criba y la selección de estos datos no es posible.
Afortunadamente, no tienes que seleccionar la plétora de pensamientos que se mueven a través de ti, pues la Ley de Atracción tiende de forma natural a realizar ese proceso de selección. Todo en el Universo es Conciencia. Y toda Conciencia es Vibración o Energía.
Y toda Conciencia tiene la capacidad de concentrarse (hasta una ameba unicelular).
Toda Conciencia tiene una experiencia, y toda Conciencia tiene su percepción personal de la misma, y así nacen las preferencias de esa percepción personal. La exposición al contraste y a la variedad de la vida propicia la emanación continuada de preferencias personales desde todos los puntos de Conciencia.
Cuando la exposición a tus experiencias consigue que una preferencia personal (o deseo) vea la luz, emana de ti una vibración, y tu Ser Interior, tu Fuente, Todo-Lo-Que- Es, empieza a responder inmediatamente a esa petición. En otras palabras, cuando pides (desde cualquier nivel de tu Ser), siempre recibes. Cuando esa parte No-Física de ti recibe tu petición, se entusiasma y centra su atención unidireccional hacia el deseo que acabas de concebir. En otras palabras, tu Ser Interior se convierte al instante en un homólogo vibratorio de tu nuevo deseo, y por consiguiente recibe de inmediato el beneficio del lanzamiento de tu deseo vanguardista.
Tú, sin embargo, desde tu perspectiva física, generalmente no eres el homólogo vibratorio perfecto para tu nuevo deseo, pues éste ha surgido del contraste, y por lo tanto todavía tienes una mezcla de vibraciones respecto al mismo. En el momento en que se lanza el nuevo deseo o preferencia, se produce una discrepancia en la vibración de tu Ser Interior o Fuente (que inmediatamente sintoniza con tu nuevo deseo) y tu perspectiva física personal (que todavía mantiene una mezcla de vibraciones) . Ahora tu trabajo consiste en activar en tu interior la vibración sólo de esos aspectos que se ajustan a tu nuevo deseo. Ahí es donde entra en acción tu Sistema de Guía Emocional, puesto que tus emociones son indicadores de la sintonización o discordancia vibratoria. Por ejemplo, estás conversando con una persona que está muy ocupada y que en realidad no quiere dedicar su tiempo a hablar contigo. Esta persona se comporta contigo de una manera cortante, incluso grosera. Esta experiencia hace que emane una preferencia por tu parte. Y aunque no puedas o no le pongas palabras, el hecho es que prefieres ser tratado con más respeto. Entonces irradia de ti una nueva preferencia, y tu Ser Interior inmediatamente sintoniza con la idea de ser tratado con más respeto. Sin embargo, tú todavía no has encontrado la sintonización. Todavía recuerdas la actitud de esa persona, sus palabras y acciones groseras. Tus vibraciones son una mezcla de cómo quieres ser tratado y cómo acabas de serlo. No te has ajustado a tu nuevo deseo, aunque tu Ser Interior sí lo ha hecho. Si eres consciente de cómo te sientes, puedes notar la discordia entre la vibración de tu Ser Interior y tu vibración en este momento. De hecho, eso es lo que siempre indican tus vibraciones: Una emoción de sentirse bien indica una sintonización vibratoria entre la perspectiva de tu Ser Interior y tú. Una emoción de sentirse mal indica una discordancia vibratoria entre tu Ser Interior y tú. Por ejemplo al abrir tu correo, descubres que te reclaman el pago de varios recibos, y cuando los sumas, te das cuenta de que no tienes suficiente dinero para pagar todo lo que debes en ese momento. Entonces emana de ti el deseo de conseguir dinero, tu Ser Interior se centra inmediatamente en la idea de tener más ingresos y se deleita en ella. Sin embargo, sigues revisando tu montón de facturas enfrentándote a la realidad del momento. «Tengo más facturas pendientes que dinero para pagarlas», piensas, lamentándote. No has sintonizado con tu nuevo deseo, y la emoción negativa que sientes (preocupación, ira, frustración) indica tu discordancia con tu Fuente. No hay deseo, sea cual sea, que pueda manifestarse en tu experiencia siempre que exista una diferencia vibratoria entre tu deseo y la vibración que has emitido. Has de practicar la sintonización vibratoria con tus deseos antes de que éstos puedan realizarse en tu experiencia. Esta es la razón por la que nos referimos a tus emociones como tu Sistema de Guía Emocional, puesto que éstas te ayudan a reconocer la relación entre la vibración de tu deseo y la que estás emitiendo. No es necesario considerar otros factores en el proceso de conseguir algo que deseas: lo que piensen los demás, lo que han vivido, lo que están viviendo, lo que tú has vivido en el pasado y lo que vives ahora, nada de eso tiene ningún efecto en tu capacidad de conseguir el objeto de tus deseos. Sólo importa la relatividad vibratoria entre tu deseo y tú. Todo esto se puede aplicar a todos los terrenos, bien sean afectivos, emocionales, familiares, laborales etc. El económico es el que bloquea mas por la etapa material en la que nos encontramos.
http://naturalezacosmica.blogspot.com/2011/04/merece-la-pena-centrar-la-mente-en-lo.html