Pensamientos que toman forma

La ley de atracción la defino como pensamientos que toman forma y surgen de la energía universal en armonía con el todo, pero no es el hecho pensar y automáticamente obtener resultados, sino de tomar acción para manifestarlos y el único con la capacidad de manifestar los pensamientos es uno mismo y las acciones forman lo que se ha llamado “el proceso creativo” el cual consta de tres pasos Pedir, Responder y Recibir. Partiendo de esta base, diré que el proceso creativo y la ley de atracción son parte del campo unificado de la consciencia, son reflejo de la consciencia universal, donde las cualidades del espacio pueden crearse y modificarse en un sin número de experiencias. Para que el proceso creativo se desarrolle y la ley de atracción pueda aplicarse a la cotidianidad se requiere de un motor cuyos engranes son entre otros la voluntad, la gratitud, la visualización y el desapego. Se trata de sensibilizarse a los sentimientos causados por los pensamientos, y eso que uno siente es reflejo de lo que estamos formando. Es aquí donde se da el primer paso, PEDIR, lo que siento como resultado de mis pensamientos es lo que estoy atrayendo. Al pensar amor, atraigo amor. Cuando me sintonizo en pensamientos de amor, sentimos los resultados de estos, aun cuando no estén ahí aun (visualización) el universo corresponderá a la naturaleza de ese sentimiento interno y se manifestara, esa es la RESPUESTA aun cuando no sea evidente, es parte de la manifestación del universo que está para uno y en uno. La respuesta del amor, es libertad, no el apego a una persona o a un objeto. El tercer paso es RECIBIR, y este paso comprende la pasión (shakti), el deseo y las acciones que derivan en el logro. Es alinear mente, cuerpo y alma. Al recibir amor, mis relaciones son diversas y formo parte de un todo y de otros. Cuando logramos manifestar el pensamiento a través de los tres pasos anteriores, hemos logrado reproducir el proceso creativo y una vez iniciado este proceso hay que seguir actuando para continuar atrayendo cosas alineadas a la percepción propia de lo que se desea ser y tener. La gratitud es como el volante del auto, con ella podemos re-direccionar la perspectiva desde la cual vemos lo que nos rodea, dejamos de enfocarnos en lo que no nos gusta y podemos girar la perspectiva hacia apreciar lo que ya tenemos y crear más de lo que nos gusta tener. “Lo que sea que pensemos, lo que sea que agradecemos es lo que atraemos.” Ahora bien, pensar positivo no lo es todo para lograr materializar el poder creador de la Ley de Atracción, aun cuando tengamos la serie de pasos a seguir para lograrlo. La dificultad estriba en poder llevar a cabo cada uno de esos pasos sin enfrentarse con una serie de estructuras sociales (cobros, deudas, angustias, trabajo y personas con pensamientos negativos, los propios pensamientos negativos, etc.) que pueden hacernos renunciar al sentimiento de gratitud continua que es el hilo conductor los pasos. Lo que puede salvar el día, es el decreto; decretar con claridad es lo único que nos dará el poder de actuar para que el universo manifieste la petición y pueda ser recibida. Encontrar el significado de la ley de atracción requiere de aprender a respirar y meditar, involucra todos los sentidos y la mente en el ser para poder escuchar, la experimentación continua e individualizada, la visualización del universo ilimitado de posibilidades dentro de uno mismo. Con una voz clara y meditada se puede modificar la energía de furia, de frustración y hacerse cargo atrayendo energía de amor, energía de gratitud que redundara en amor y gratitud hacia los demás y hacia uno mismo, sobre ese camino comprenderemos más fácilmente que la abundancia no es de afuera hacia adentro, por el contrario el catalogo del universo se encuentra dentro de uno y es uno el que pide en abundancia o bien, no le da vuelta al catalogo para ver otros artículos disponibles. La Ley de Atracción no es riqueza llamando riqueza, sino intención creando abundancia en todos los aspectos requeridos para el bienestar. De antemano el universo está planteado para que todos estemos bien. Nacer, crecer y morir en bienestar, Lo que necesitamos para poder vibrar en sintonía con este universo, es respirar y silenciar nuestro ego, meditemos juntas y logremos que esa meditación sea un proceso creativo que nos lleve de la mano del amor a la gratitud y que la gratitud nos muestre el desapego para que decretemos el bienestar que todos merecemos

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