Una persona regularmente posee percepciones de sí misma, mediante el lenguaje que a través de los pensamientos es usado para interpretar su realidad personal. Es decir, mínimamente tenemos una opinión de nosotros mismos, la cual puede estar a nuestro favor, o lamentablemente en contra. Alguien puede pensar que es un fracasado en la vida. Otro, que la existencia le ha dado buena suerte. Algunos consideran no contar con tantas oportunidades en la vida como las han tenido otras personas. La autoestima, por supuesto, disfruta o padece de acuerdo a lo que el individuo piensa de sí mismo.
Esta faceta del autoconcepto o las ideas, pensamientos y convicciones que se tienen de sí, afectan al individuo cuando se compone de un sistema negativo de pensamiento que hunden a la persona en la derrota mental. Es posible que muchas de las dificultades de las personas estriben en aprender a pensar bien de sí, y en general de lo que les rodea, pues de allí surgirían las mejores actitudes para la vida, y la manera como la misma se viva.
De esta forma, pensamientos que hacen daño a la estima personal, son: "Nunca hago nada bien" "Todo me sale mal" "Soy un fracaso" "Soy un desastre" "No saldré nunca de esta" "Es un obstáculo imposible de superar". Muchos de estos lemas negativos mentales, determinan el tipo de vida que un individuo experimenta día a día. Pensamiento, acción y sentimiento actúan integradamente todo el tiempo.
De modo que quien debiera tener una opinión realista y adecuada de sí mismo, es el individuo interesado en consolidar su paz mental, además de ratificar su valor como persona que piensa lo mejor de sí, bajo cualquier circunstancia adversa.
Realice un listado breve o exhaustivo, según sea el caso, de opiniones que percibe y tiene de sí mismo. Precise una conclusión al respecto. ¿Son negativas sus opiniones? ¿Son positivas? ¿Cómo le afectan o benefician cada una de ellas respectivamente? Por ejemplo: "Mi carácter es fuerte, duro, radical...y desearía ser más flexible al menos conmigo mismo" "Soy la desorganización total" "Nunca logro entablar buenas relaciones con otros"... "He mejorado bastante como persona" "Soy muy animado, a pesar de todo"...
La opinión que detalle de sí mismo debe ser sincera, de forma que note o aclare los sentimientos que afectan su estima propia al pensar negativa e inflexiblemente.
USTED NO ESTÁ COMPITIENDO CON NADIE
No es novedoso decir que el ritmo que impone la sociedad, especialmente en cuanto al progreso, el trabajo y el éxito, al hombre contemporáneo es bastante rápido y apremiante. Las personas, entonces, se ven obligadas a progresar, a obtener determinados objetos de la felicidad. De ese modo, parece el individuo verse inmerso en una competencia por el triunfo social, acaso personal. La autoestima de quienes se ven inmersos en dicha carrera social por surgir o progresar, cuando no logran su cometido es de bastantefrustración al no lograr lo que otros consiguen; o en su defecto, al obtener los objetos para la felicidad, olvidan/descuidan eventos esenciales para la plenitud de la vida (la familia, el tiempo para sí mismo, el crecimiento espiritual, el servicio social...)
De modo que, si usted desea una buena autoestima, que le permita vivir su vida en paz, y llevar su propio ritmo personal, deberá hacer alto a la competencia social por surgir o demostrar a los demás que se ha progresado. Cada persona, hogar, familia, grupo u organización privilegia sus intereses (lo cual no es malo), pero la paz interior y la plenitud personal nunca han dependido del afán por sobresalir y rodearse de objetos para la felicidad.
Así que, ¡Usted no está en competencia con ninguno! ¡Ni siquiera contra usted mismo! Viva su vida con el ritmo que Dios le permite, tratando de aprovechar sus capacidades, disfrutando de las bendiciones con las que cuenta (su trabajo, familia, amigos, estudio, etc.)
Por otra parte, se ahorrará enfermedades de tipo psicológico (como el estrés, la depresión, los conflictos emocionales) que tanto aquejan a las personas en esta época de rapidez por triunfar y obtener la seguridad personal.
Piense en varios afanes que usted tiene en la vida (por ejemplo: tener determinada posesión material; ascender a tal posición, etc.) Precise el tiempo desde el cual se encuentra impaciente por conseguir sus anhelos. Responda: ¿Qué pasaría si usted tomara una actitud más calmada y esperanzadora ante dicha pretensión? ¿Considera que podría tener mayor bienestar interior? ¿Por qué se sentía obligado al respecto? ¿Quiénes pueden estar ejerciendo dicha presión?... Tome una decisión personal de modo que pueda vivir más tranquilo a medida que llega a sus metas.
Autor: Alfonso Barreto