El empleo de las plantas en Dermatología, ya sea en uso interno o en uso externo, es muy antiguo. Actúa lmente, gracias a un mayor conocimiento de su composición química, se pueden obtener mejores resultados, lo que ha favorecido el desarrollo de la fitocosmética.
Dentro de las plantas medicinales utilizadas en dermatología, debemos diferenciar las utilizadas para uso interno y las de uso externo, aunque muchas de ellas se pueden emplear para ambas formas.
Esta aclaración la hacemos porque las alteraciones cutáneas siempre nos reflejan el estado de medio interno del organismo. Cualquier desequilibrio que se produzca en nuestro cuerpo se manifiesta tamnién en la piel.
Generalmente suele estar relacionada con alteraciones de los órganos de drenaje (hígado, riñones, intestinos) y con desequilibrios del estado hormonal (ovarios, testículos, páncreas). Por tanto dentro de este apartado podríamos incluir gran cantidad de plantas que se repetiran en otros temas. Aquí solo expondremos algunas de ellas, que son las que más solemos utilizar nosotros.
USO INTERNO
- Plantas específicas para cualquier tipo de afección en la piel: Bardana, Pensamiento.
- Plantas que actúan a nivel del hígado y vesícula biliar (coleréticas y colagogas): Diente de león, Achicoria, Alcachofera, Boldo, Fumaria.
- Plantas que actúan sobre los riñones (diuréticas): Zarzaparrilla, Abedul, Grama, Vara de oro, Brezo.
- Plantas que actúan sobre los intestinos: Nogal, Mirtilo.
- Plantas que actúan sobre el páncreas: Nogal, Mirtilo, Abedul, Olivo, Enebro.
- Plantas de acción estrogénica: Salvia, Ciprés, Sauce, Lúpulo. De acción antiandrogénica: Sauce, Lúpulo.
- Recordar las plantas con acción antialérgica y antipruriginosas que vimos en el tema de Alergias: Grosellero negro, Fumaria, Pensamiento, Helenio, Marrubio, Helicriso.
USO EXTERNO
Teniendo en cuenta las acciones de mayor interés, podemos distinguir los siguientes grupos:
- Astringentes. Ejercen esta acción las plantas ricas en taninos y otros tipos de compuestos como ácidos orgánicos, flavonoides, antocianinas, etc. Sus acciones a nivel de la piel en uso externo son: disminución de las secreciones sebáceas, cierran los poros, reafirman la piel, vasoconstrictoras, descongestivas y antiinflamatorias. Sobre todo se emplean en el tratamiento de pieles grasas: Hamamelis, Nogal, Ortiga blanca, Escaramujo, Rosa roja, Zarzamora.
- Emolientes y suavizantes. Esta acción la posee los mucílagos, pectinas y almidón. Son capaces de retener agua manteniendo una adecuada hidratación y formando una barrera protectora sobre la piel, por lo que ejercen una acción beneficiosas en las pieles secas, prurito, etc.: Lino, Malvavisco, Llantén, Borraja, Saúco, Gordolobo, Violeta, Pensamiento.
- Antisepticos. Esta acción se debe a que contienen esencia y otras sustancias químicas, como naftoquinonas, lactonas, etc.: Bardana, Calendula, Hipérico, Hisopo, Ajedrea, Anís estrellado, Nogal, Lavanda, Menta, Albahaca, Orégano, Romero, Salvia, Serpol, Tomillo, Propóleo.
- Antifúngicos (contra los hongos): Enula, Propóleo, Nogal, Orégano, Tomillo, Ajedrea, Ajo.
- Cicatrizantes. La cicatrización se favorece con el empleo de plantas con acción astringente (plantas co taninos), antiséptoca (plantas con esencia) y antiinflamatoria (plantas con taninos, mucílago, azuleno) o bién con aquellas que contienen sustancias como la alantoína o el asiaticósido y que favorecen la regeneración epitelial: Centella asiática, Milenrama, Manzanilla romana, Calendula, Cola de caballo, Manzanilla común, Consuelda, Agrimonia, Zanahoria.
- Para combatir el sudor: Roble, Ciprés, Salvia.
- Calmantes. Algunas plantas, tales como tila o melisa, se emplean también en uso externo por sus propiedades sedantes.
- Materias grasas. Ciertos aceites ricos en glicéridos, vitamina E, ácidos grasos esenciales, lecitinas, etc., tienen interés porque ejercen una acción suavizante, protectora e incluso nutritiva sobre la piel. Entre los de mayor empleo figuran los siguientes: Aceite de almendra, olivo, maíz, lino, borraja, germen de trigo.
- Productos capilares. Estimulantes del folículo piloso: son tonificantes del cuero cabelludo. Los más empleados son el romero y la ortiga blanca. Colorantes: se emplean para teñir el pelo plantas con naftoquinonas como nogal (cabellos castaños), la manzanilla se emplea para dar reflejos rubios al cabello.