Realizamos una meditación de florecimiento a través de la cual podremos comprobar la labor que cada participante ha efectuado consigo mismo:
Hacemos tres respiraciones lentas y profundas, inhalando y exhalando por la nariz, estas respiraciones las hacemos de manera lenta y pausada.
Visualizamos que estamos en un hermoso lugar, donde sentimos la calidez del sol, la humedad del rocío y la ternura de la tierra. De repente nos miramos y nos damos cuenta que somos una semilla, una semilla que está a punto de germinar. Entonces empezamos a sentir que crecemos, que nos salen raíces y que también nos crece un tallo, es allí donde sentimos más intensamente la energía del Sol. Seguimos creciendo y de repente nos sale un botón, luego de unos días, este botón se abre y nos convertimos en una flor. Nos miramos, nos reconocemos y disfrutamos este proceso (por tres minutos).
Luego agradecemos a nuestra flor por la maravillosa experiencia compartida, hacemos tres respiraciones lentas y profundas y vamos tomando conciencia del lugar donde estamos, y muy lentamente abrimos nuestros ojos.
Compartimos las experiencias de cada uno de los participantes.
DECRETOS DE SALUD PERFECTA
YO SOY la resurrección y la vida de mi salud perfecta.
YO SOY la perfecta actividad de cada órgano y célula de mi cuerpo.
YO SOY la perfecta salud manifestada ahora, en cada órgano de mi cuerpo.
YO SOY la perfecta actividad inteligente en este cuerpo.
YO SOY la Inteligencia perfecta activa en este cerebro.
YO SOY la perfecta visión mirando a través de estos ojos.
YO SOY la perfecta audición oyendo a través de estos oídos.
YO SOY la presencia de la salud perfecta.
YO SOY la presencia que nada puede perturbar.