El valor de sí mismo es la exclusividad de cada persona, que debe optar por vivir la mejor vida posible, pues no hay otra igual a ella. Dios, la vida, los semejantes, esperan que realice el mejor proyecto de vida donde se pueda dimensionar y reconocer el valor de esa persona porque se ama inicialmente así misma. Esto no tiene relación alguna con el gusto y satisfacción desmedida de placeres o una mal entendida libertad. Por el contrario el valor de sí mismo es un cuidado muy prudente frente a los excesos, el orgullo, el egoísmo, la autosuficiencia, caminos que infortunadamente muchos toman confundiéndolo con el valor de sí mismo.
La autovalía lleva a la persona a no imitar modelos sociales inapropiados, con estilos de vida que no edifican a los espectadores; la conduce a tener una opinión equilibrada de sí, teniendo en cuenta las debilidades humanas, pero también las virtudes para vivir sanamente. Este valor viene ya asignado por Dios que espera del hombre lo mejor, puesto que es una oportunidad de vivir aquí en el planeta... ¡Para trascenderse!
"Soy valioso", "Me siento útil", "Allí me valoran", "Dijeron que aprecian mi labor", "Nunca me dicen nada bueno, todo son críticas", "Siento que no valgo nada", exponen los polos opuestos de la autovaloración.
De las siguientes oraciones seleccione la que se aplique a su autovalía. Dé la razón
1. Tengo cualidades y habilidades muy desarrolladas.
2. Vivo en muy buenas condiciones.
3. No permito que la opinión de otro me haga sentir mal.
4. No hago depender mi valor de las circunstancias.
5. Procuro ser equilibrado al realizar las cosas.
6. Creo en el valor que Dios da al hombre.
7. Nunca me comparo con los demás y trato de aceptarles.
8. Trato de reflexionar y cambiar.
9. Todas las personas tenemos los mismos derechos y deberes.
Razón:
"LA AUTOVALORACIÓN DEPENDE MÁS DE LA PROPIA PERCEPCIÓN Y CONCIENCIA DE LA PERSONA QUE DE LAS OPINIONES EXTERNAS AUNQUE ÉSTAS SEAN MUY FUERTES"