Las personas nos relacionamos bajo unas premisas que son válidas prácticamente para todos. Teniéndolo en cuenta, comprenderemos y nos entenderemos mejor.
Pensemos que toda persona debe tener en cuenta las siguientes cuestiones:
-Ha de ser tratada de acuerdo con su forma de ser
-Tiene una conducta que muchas veces no es lógica, es psicológica
-Desea mantener su integridad
-Tiende a repetir lo que tiene éxito
-Desea conocer los resultados de su propia actuación
-Acostumbra a realizar los juicios comparativos
-Presenta resistencias al cambio
-Percibe la situación a través de su óptica
Si nos paramos a pensar en cada una de estas premisas, y las tenemos en cuenta en nuestras relaciones del día a día, encontraremos motivos y explicaciones de muchas conductas de los seres que nos rodean.
Saber perdonar.- Hay dos enemigos viscerales del perdón, la incomprensión y el orgullo. Una gran parte de los sufrimientos que padecemos están originados en las ofensas que sentimos. Nada nos tendría que hacer sentir esta sensación. Por ello hemos de perdonar, mejor dicho, saber perdonar.
Si somos capaces de perdonar a los otros y querer entender sus elásticos de motivación personal, perdonaremos.
Si somos capaces de ser humildes con nosotros mismos, reconociendo nuestra propia imperfección, perdonaremos.
Hay personas que dice: "Te perdono, pero no lo olvidaré". Puede ser que no se olvide, pero si inicialmente se perdona de todo corazón, se ha de intentar olvidar.
Si te perdonas a ti mismo y perdonas a los otros, encontrarás la felicidad.