Es difícil saber escuchar por eso, te recomendamos que contestes con un sí o un no a cada una de las siguientes preguntas:
1.¿Aunque te imagines el final, escuchas sin interrumpir?2.¿Escuchas sin dar importancia a los factores externos del interlocutor?
3.¿Juzgas antes de finalizar la exposición?
4.¿Dejas que tu interlocutor acabe de hablar sin interrumpirle?
5.¿Intentas escuchar entre líneas?
6.¿Tratas de comprender lo que te dicen y por qué te lo dicen?
7.¿Te concentras en lo que te dicen ignorando el entorno?
8.¿Miras a los ojos de tu interlocutor?
9.¿Cuándo hablas con otra persona, interrumpes lo que hacías?
10.¿Escuchas con la misma atención a personas de distinto sexo o edad?
Suma las respuestas afirmativas. Si tienes menos de cinco, fatal. De cinco a siete, has de seguir intentándolo. Más de siete vas por el buen camino, pero no cejes en tu empeño.
Si oír es percibir los sonidos que nos rodean, escuchar es captar su sentido. El arte de escuchar está basado en tratar de entender lo que nos dicen y lo que no nos dicen.
Cuando te piden que escuches y empiezas a decir el porqué no deberían sentir de aquella forma, te estás metiendo con los sentimientos de la otra persona. Cuando te piden que escuches y empiezas a dar consejos, no haces lo que te han pedido. Escucha, porque a veces lo único que te piden es que escuches. Dar consejos es barato, los dan en cualquier programa de radio o de televisión. Cuando tú no sólo escuchas sino que haces algo por la otra persona, algo que ella podría hacer por sí misma, estás contribuyendo a su sensación de incapacidad. Por lo tanto, por favor, sólo escucha.
Finalmente, te haré una pregunta: ¿Verdad que te gusta que te escuchen?