Jugar es uno de los grandes placeres de la vida y también uno de los medios que la naturaleza ha escogido para iniciarnos en las más distintas disciplinas.
El juego es, en los cachorros de animales superiores y en el hombre, una iniciación y un ensayo para, en la edad adulta, saber afrontar las cosas que nos realizarán como seres bien desarrollados.
Aquí vamos a usar el juego como medio para desarrollarnos para alcanzar nuestra madurez sensológica.
El juego que vamos a desarrollar es un Sensojuego realizado con envases. Con una gran diversidad de envases por lo que te aconsejo que empieces a reunir envases de todas clases; grandes y transparentes, pequeños y transparentes u opacos o traslúcidos, de color, lisos, con superficies texturadas, etc. En fin, envases de todas clases y tamaños.
Ahora vas a pensar en personas que conozcas y vas a hacer una lista de estas personas.
Una vez realizada la lista vas a sentir a dos personas que te hagan sentir sensaciones distintas y vas a buscar los dos envases cuya sensación, sintiendo que estas dentro de su espacio, te haga sentir lo mismo o parecido a lo que te hace sentir la persona.
Una vez determinados los dos envases que corresponden a cada persona, escogerás dos personas más y buscarás sus envases que, en alguna ocasión, puede ser uno de los ya elegidos.
Después buscarás el envase que sientes te corresponde a ti, en el que te sientes más tú.
Anota estos resultados porque los utilizarás para un ejercicio más avanzado en otra lección.
Ahora mira y siente los envases de las personas que has escogido y hazte la pregunta para cada una; ¿Cómo me gustaría sentirla? Y escoge el envase que te gustaría que fuera.
Entonces verás, según la relación que tengas con ellas, la realidad de tus intereses por una parte y si las puedes ayudar a que sean esto que tu deseas. Si es que les hace falta.
Esto también lo puedes hacer con un trabajo; buscar el envase del trabajo que tienes y el del que te gustaría tener.
Del coche que tienes y el del que te gustaría y así con cualquier cosa que te interese o se te ocurra.
Este ejercicio te dará siempre la medida de lo que hay y de lo que querrías que hubiera. Ello te da un panorama de tu vida mucho más trabajable y realizador. No te olvides de este ejercicio siempre que tengas una duda o un problema. Puede ayudarte a ver claro, a no confundir lo que crees que debes creer con lo que crees de verdad.