EJECUCION: Haga una inspiración completa. A continuación haga una espiración vigorosa por la nariz de modo que salga de un golpe el aire que había entrado. La espiración se ha de hacer mediante una contracción del abdomen semejante a la del acto de toser. Una vez que suelte la contracción, sin hacer nada especial para ello, y debido a la relajación abdominal, automáticamente entrará de nuevo aire en los pulmones. Entonces repita la espiración vigorosa, una y otra vez, hasta llegar al número total de once. O sea, que el Kapalabhati se compone inicialmente de once espiraciones forzadas ininterrumpidas, conseguidas mediante súbitas contracciones de los músculos abdominales y del diafragma. Como que las costillas no intervienen de manera activa en ningún momento de la respiración, el pecho permanece todo el rato prácticamente inmóvil.
Después de hacer las once espiraciones forzadas y rápidas, descanse unos momentos respirando con normalidad. Una vez reposado, repita otra serie de once espiraciones más, y al cabo de quince días puede añadir otra serie de once, con lo que hará un total de tres series de once espiraciones cada una.
Procure no hacer ningun esfuerzo especial con las fosas nasales y la laringe. Este ejercicio de pranayama produce una rápida eliminación de todas las mucosidades adheridas en el aparato respiratorio. Refuerza el sistema nervioso. Permite absorber gran cantidad de oxígeno. Tonifica la circulación y eleva el rendimiento metabólico. En el aspecto psíquico aumenta el dominio de sí mismo y la capacidad de concentrar la mente. Le aconsejamos vivamente que no sobrepase, sin autorización de una persona competente, las medidas y duración que aquí indicamos para cada ejercicio. Un exceso en los ejercicios respiratorios podría producirle efectos nocivos en vez de beneficiosos.