Sabrina se despertó bañada en un sudor helado, con los recuerdos frescos de la pesadilla que acababa de tener.
Ella estaba siendo asediada nuevamente por esos sueños espantosos. No obstante, esas pesadillas podrían haber sido algo más que eso, ya que también la acosaban mientras se hallaba despierta.
Esta vez, ella se encontraba corriendo a una persona familiar que luego caería desde un profundo barranco. En todos sus sueños, ella era la heroína que hacia cuanto estaba a su alcance para evitar que esta persona cayera. La parte graciosa es que ella nunca podía ver su cara.
Los psicólogos podrían interpretar el sueño de Sabrina como una manera de expresar sus temores más profundos en la vida. Ella se encargó de dejar en claro que uno de sus mayores temores en la vida era perder a sus seres más cercanos y queridos.
El temor de perder a alguien amado es normal y común para la mayoría de nosotros. Este temor tiene su origen en el miedo a estar solo en el mundo y en el miedo a no ser capaz de soportar la idea de ser el que ha quedado atrás.
Pensar en la posibilidad de perder a alguien que amas es devastador, hiriente. Puede que hayas invertido buena parte de tu tiempo y tus sentimientos en esa persona, y la simple idea de perderla te sume en un estado de pánico.
Existen diferentes categorías de personas hacia quienes podemos sentir gran afecto. El temor de perder a cualquiera de estas personas puede ser traumático para un individuo, especialmente si él o ella ya ha experimentado una pérdida importante, como un divorcio o la muerte de un ser amado.
Una persona puede temer la pérdida de su esposa, de sus padres, de sus hijos, de sus parientes, de sus amigos, o de cualquiera que esté cerca de su corazón. Este temor puede ser causado por varios factores, como:
" Divorcio o separación: alguien que recientemente ha atravesado un divorcio o una separación puede ser presa de un proceso de ansiedad debido al estrés ocasionado por la difícil transición. No es fácil para una persona vivir con su esposa durante un tiempo y separarse luego de ella. Los procesos de divorcio suelen ser hostiles y polémicos, por lo que es habitual que quede un mal sabor en la boca una vez terminado. De la misma manera, una persona que está a punto de separarse o divorciarse también puede ser víctima del estrés.
" El nido vacío: una madre de tiempo completo puede sentirse deprimida al darse cuenta de que sus hijos están creciendo y haciéndose cada vez más independientes. Esta ansiedad parte del pensamiento de que por varios años ella era necesaria para sus hijos, y ahora ellos pueden manejarse sin ella, y en consecuencia pronto no la necesitarán. Una madre que ha experimentado este temor de perder a sus hijos debería intentar tener una vida social más activa, ya sea buscando un empleo o practicando algún hobby que le permita estar ocupada. La sensación de inutilidad es natural, pero debes la manera de combatir este temor haciéndote útil en algunas otras maneras. Además, ¿por qué no ver la situación desde otro punto de vista? ¿Por qué no aceptar el hecho de que has educado tan bien a tus hijos que ahora ellos están listos para vivir sus propias vidas? Ahora, es tiempo de que ellos caminen solos, sin la ayuda de mamá.
" Muerte en la familia: una muerte en la familia o en tu círculo de amigos siempre nos hará pensar en lo fugaz que puede ser la vida. Esta comprensión, a veces excesivamente cruda, se manifestará en forma de miedo a perder a alguien amado a raíz de una enfermedad o muerte repentina. La muerte es inevitable y harás bien en hacerte algo de tiempo para la gente que amas. Si ya pasas el tiempo suficiente con ellos, entonces puedes avocarte a mejorar la calidad del mismo.
El temor de perder a una persona amada siempre persiste. Uno nunca puede escaparse de este miedo porque existirán situaciones en la que deberemos pensar en la posibilidad de separarnos definitivamente de la gente que amamos. La posibilidad de perder a un ser querido es uno de los factores ciertos de esta vida, y nadie puede evitarlo. No obstante, uno puede suavizar los efectos de la muerte preparándose para dicha eventualidad.