A lo largo de la vida uno va descubriendo las muchas formas que Dios emplea en comunicarse con nosotros para ayudarnos en todos los temas de nuestras vidas y no nos damos cuenta, no lo vemos, no lo escuchamos, lo obviamos. Para ir redescubriendo este lenguaje, afinar la capacidad para escucharlo y no confundirlo con ideas nuestras, tenemos que prepararnos y abrirnos a estas señales.
El perdón hacia mí y los demás
El perdón es el camino para el esclarecimiento, el primer paso que nos llevará al mundo de este nuevo lenguaje. Es la herramienta básica para vivir en armonía, con paz y alegría. No debemos guardar faltas de perdón en el corazón porque nos aleja de la frecuencia positiva y genera en nosotros estados de tensión que producen sentimientos negativos, Ej.: la rabia
Llegó el momento de detenerme en mí. Mirarme y reflexionar en lo que soy hoy día. Para que esta reflexión se introduzca en el camino del perdón que vamos a vivenciar debes trabajar en las siguientes preguntas:
1- ¿Cómo es o era mi padre?
Hacer una lista con lo bueno de su personalidad, (virtudes)
Hacer una lista con lo negativo de su personalidad, (defectos)
2- ¿Cómo es o era mi madre?
Hacer una lista con lo bueno de su personalidad, (virtudes)
Hacer una lista con lo negativo de su personalidad, (defectos)
3- ¿Qué heredé de mis padres?
Padre, (virtudes y defectos)
Madre, (virtudes y defectos)
4-¿Qué me gusta de mí?, (virtudes)
¿Qué no me gusta de mí?, (defectos)
Se comenta un momento todo lo vivido en las respuestas.
5- Escribe un listado de las personas a las que necesito pedir perdón.
Se realiza la oración de perdón, me libero, me reconcilio con esto, aumento mi frecuencia vibratoria y logro mi bienestar.