hay muchas formas de meditar, pero lo esencial es que mediante la práctica continua de la meditación logramos AQUIETAR NUESTRA MENTE Y NUESTRO CUERPO FÍSICO permitiendo así QUE SE EXPRESE NUESTRO SER.
1- Desfocalización.
Siéntate dos veces al día, por no más de 20 minutos, ni menos de 10, con la espalda recta.
Procura colocar tu cuerpo en una postura cómoda y relajada.
Si te sientas en una silla, mantén los pies planos en el suelo.
Si te sientas en el suelo, la postura del loto es muy adecuada.
Siéntate mirando al este de día, al sur de noche.(En hemisferio Norte).
En cualquier postura que adoptes, relaja tu cuerpo.
Deja que tu respiración sea tranquila y suave y se regule por si sola.
Comienza a practicar la desfocalización o foco abierto. Da la misma importancia a todos los puntos de tu campo visual. Procura no centrar tu atención visual en
nada en concreto. Incluye todos tus sentidos en esta desfocalización, no solo el de la vista. Recuerda que la mente es un sentido más. Pero, los primeros tres meses, céntrate en la desfocalización visual. Si te distraes y focalizas en algo, sea interno (ideas, sensaciones corporales) o externo (luces, colores, formas, sonidos, olores, movimiento etc.) no te culpabilices. Simplemente vuelve a la desfocalización.
Los primeros días es bastante difícil. No te desanimes y practica al menos dos veces cada día.
Si te es posible, al principio de tu práctica, medita en la naturaleza. Esto facilita pero no es imprescindible.
El silencio ayuda, pero no es tampoco imprescindible. Puede devenir imprescindible cuando se trabaja con energías más sutiles.
Si tu mente interrumpe tu práctica con frecuencia, no te preocupes, es normal. Toma nota de la interrupción y vuelve a la desfocalización.
Cuanto más a menudo te interrumpa tu mente, más beneficios obtendrás con la práctica. Persevera. No es fácil. Nadie más que tu puede hacerlo por ti.
Tras un mes de práctica deberías ser capaz de obtener períodos de al menos un minuto de silencio mental y de desfocalización ininterrumpida.
Cuando ésto suceda comienza a practicar la desfocalización siempre que te acuerdes, en cualquier lugar o situación.
Recuerda que la práctica no puede ser sustituida con la charla.
Si eres practicante de artes marciales o de tai chi chuan, introduce el foco abierto durante el tiempo que dediques a tu práctica.
El foco abierto no tiene nada que ver con la inmovilidad, pero al empezar es útil practicar la meditación sentado.
2- Imaginación.
Luego de practicar la desfocalización al menos un mes, vamos a agregarle la imaginación.
Imagina lugares hermosos e imagina que tu estás en esos lugares. Por ejemplo imagínate caminando por la hierba verde y ves hermosas flores, y más adelante ves un lago y montañas, mantén tu mente concentrada en este tipo de pensamientos y mantén estas imágenes mentales.
Imagina siempre cosas de la naturaleza y paisajes que trasmitan sensaciones de paz y armonía.
Juega con los colores, piensa más bien en colores claros.
3_ Imaginación creativa.
Tu tienes el poder de CREAR lo que imaginas, porque desde el momento en que puedes imaginarlo significa que existe, que es posible, que en algún plano eso que imaginas sucede. Con la imaginación creativa vas a plasmar en tu mundo aquello que imaginas.
Si quieres que suceda algo en tu vida, imagínate todos los movimientos, todos los colores del entorno hasta los sonidos, todo con el mayor detalle que puedas, imagínate realizando eso que quieres y dando gracias a Dios por estar viviéndolo.