a Biblia declara: "La fe sin obras está muerta" (Santiago 2:26). Tal vez sea verdad decir que la fe sin obras es esperanza. La esperanza nos mantiene activos, pero nunca nos lleva al triunfo. La esperanza se aviva en nosotros, y damos gracias porque nos ha traído hasta aquí en nuestro viaje espiritual. Pero ahora añadimos acción a la esperanza, un tipo especial de acción que nos trae un poco más cerca a una vida llena de fe.
La elección es una acción poderosa del alma. Al elegir, damos nuestro consentimiento a la limitación, o decidimos vencer la ley de inercia y seguir adelante en la vida. La ciencia descubrió esta ley, que declara que un objeto inactivo tiende a permanecer inactivo; un objeto en movimiento tiende a permanecer en movimiento. Tratar de empujar un automóvil atollado es un ejemplo excelente de inercia. Primero, empleamos gran esfuerzo al intentar mover el carro; sin embargo, después que él empieza a moverse, el empujar se hace más fácil. Una persona que se limita y se atasca en negatividad experimenta la misma ley.
Escribe una declaración que ilustra el deseo de moverte de la esperanza a la fe:
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