La abundancia no es para ser acaparada, a menos que se disipe y que desaparezca ese gozo que puede traer con ella.
Hay una expresión adecuada: “Se espera mucho de aquel a quien se le da mucho.”
Una vez que se te han mostrado las leyes de la manifestación, se espera que manifiestes abundancia para y con los demás. Cuando incluyes a los demás, tu abundancia puede manifestarse a un nivel aun mayor. En lugar de pensar en términos de “yo”, te relacionas con “nosotros” en tu familia y en tu comunidad más inmediata, lo cual permite que el compañerismo vaya adonde el Espíritu le indique ir, mientras tu manejas este nivel físico con responsabilidad.