A pesar que muchos nos esforcemos por darte aliento, aunque estemos aquí todas las semanas intentando ayudarte a que superes la tristeza que llevas, lo cierto es que la respuesta a tus inquietudes solo habita en ti. No tendrías que buscar en ninguna otra parte que no fuera dentro de ti mismo.
Lo debes haber escuchado antes, solo quien tiene consciencia de quién es y qué quiere, puede ver el camino, puede saber hacia dónde queda su felicidad.
Presta atención a esta breve historia porque es bastante clara con respecto a lo que muchas veces hacemos.
Una mujer estaba buscando algo en el suelo junto a un farol. Pasó por allí un hombre y se paró, curioso, a observar a la mujer, que afanosamente buscaba y buscaba. Intrigado, después de un rato, el hombre
preguntó:
-Buena mujer, perdona que me inmiscuya en tus asuntos, pero ¿podrías decirme que buscas?Y la mujer repuso:-Busco una aguja que he perdido en mi casa, pero como allí no hay luz he venido a buscarla junto a este farol.
Eso precisamente es lo que muchas veces pasa, eso, que nos negamos a mirar adentro de nosotros mismos, que nos resistimos a aceptar nuestras culpas, nuestro errores, es comprensible esta actitud, claro, aceptar los fallos propios es doloroso, y repasar las heridas que nos causan los demás, también es un proceso doloroso.
Pero solo cuando nos atrevamos a mirar adentro y aprendamos a perdonar y perdonarnos, cuando volvamos a tener limpio el corazón, entonces estaremos más cerca de ser felices.