Para montar un altar propicio para encender velas hace falta:
una mesa, mejor de madera
un candelabro, mejor de barro
un platito con tierra o sal
un vasito con agua
incienso, perfume, flor o planta
un símbolo o imagen
la vela
LA MESA
Tiene que estar colocada en un lugar apartado y recogido. Mejor de madera, porque es aislante, no
almacena energía estática y es mas natural. El mejor lugar para la vela sobre el altar es el punto
cardinal por donde sale el sol, el este u oriente.
LA TIERRA O LA SAL
Esta representación ayuda a solidificar nuestros deseos y protege nuestro trabajo mágico del
empecinamiento, el deslumbramiento y la ambición desmedida. Representan el sentido de la representación, la estabilidad, la tenacidad, el conocimiento de la materia, la ascensión, el crecimiento, la construcción y la prudencia.
Algunos prefieren la sal porque la consideran mas protectora, pero otros prefieren la tierra
porque la consideran mas productiva. Se pueden poner conjuntamente, para sentirse respaldados
por las características simbólicas de ambas.
EL AGUA
Generalmente se relaciona al agua con la vida, la maternidad, la ternura, la
sensibilidad y la pureza, pero tiene otros aspectos útiles en la magia como la
sensibilidad, la intuición, la fuerza, la profundidad, el talento y la capacidad
para superar los peligros y las adversidades. Protege de las malas influencias,
comunica, transporta, magnetiza, cura y cambia el curso de las cosas. actúa
en contra de la inercia, el conformismo, la dejadez y la tendencia a los vicios.
INCIENSO O PERFUME (aire)
Su presencia da un toque de racionalidad, mentalidad e intelectualidad a nuestra mesa.
Ayuda mucho a que se comprendan claramente los mensajes emitidos a través de la vela.
Funciona como arma de lucha y protección, corta las malas influencias y hace sentirnos
más seguros.
Las esencias lo penetran todo, lo impregnan todo, le dan personalidad a las
cosas. El olor es una guía más, se dirige hacia nuestro camino, equilibran el
ambiente y personalizan nuestro entorno.
IMÁGENES O SÍMBOLOS
La imagen o símbolo es un apoyo psicológico importante en el acto de encender
una vela, nos sentimos más fuertes y seguros. Es recomendable porque dichas
imágenes reciben constantemente la devoción y la fuerza espiritual de sus
seguidores; las letras y frases son símbolos de lo que deseamos.
LA VELA (fuego)
La vela habla de la fuerza de la generación y regeneración, de la protección
y la expansión, de la generosidad y la nobleza, o sea, de la magia misma. Es la
analogía de la fuerza, el poder, el espíritu, la energía, la creatividad, el ser, la
expresión y la conquista. En ella se encuentra la energía de todo, la sustancia
del universo, la iluminación, la comprensión, la evolución, el conocimiento y la
sabiduría.
La vela ahuyenta los enfrentamientos, libera nuestros temores, domina la fiera
que llevamos dentro, abre nuestro corazón y nuestros ojos a otras realidades.
Nos hace madurar, entender y tolerar. Nos ayuda a deshacernos del egoísmo y
de nuestros pequeños y grandes demonios internos.
Encender una vela es darle luz a otra persona, a otro ser, a otra idea, al tiempo
que nos iluminamos a nosotros mismos.