Bendecir quiere decir Desear el Bien.
Los seres humanos somos bendecidos con los dones para llegar a ser seres trascendentes, tal como fuimos creados.
Esto no debe convertirse en motivo de orgullo personal, sino en un compromiso para con el resto de la creación.
Todos tenemos la posibilidad de “desear el bien” a los que nos han sido confiados, la tarea es la de bendecir el mundo al que vinimos a señorear como Hijos de Dios, hechos a Su imagen y semejanza.
Las manos son el vehículo para emitir esa energía de bendición y la mente guiando el corazón creará y dará concreción a la intención de hacerlo.
En realidad la bendición es una energía Divina que se transmite a través nuestro cuando le permitimos al Ser Superior ser sus instrumentos.
Es patrimonio del hombre en general tener ese derecho y esa obligación, el único requisito es tratar de despojarse del ego, permitiendo al alma expresarse libremente.
B E N D I C I O N E S