También conocido como Akrasiel, Raguil, Rasuil, Rafael, Suryan.
El nombre de Raguel significa «amigo de Dios». Su papel principal en el Cielo es supervisar a todos los demás ángeles y arcángeles. Él se asegura de que trabajen todos juntos de una forma armoniosa y ordenada, de acuerdo con el orden y la voluntad Divinos. Es por esta razón que se le suele llamar «el Arcángel de la Justicia y la imparcialidad». A Raguel le encanta ser un campeón para los desvalidos y puede ayudar a que quienes se sienten desairados o maltratados obtengan más poder y respeto.
El arcángel Raguel es entusiasta y amigable, y es una «batería» que te energizará cuando necesites un impulso. Imagina que tienes un amigo íntimo que es una combinación de abogado, consejero espiritual, terapeuta y motivador, y tendrás una idea de los múltiples talentos de Raguel y del alcance de su ayuda. Es un caballero amoroso que nuca interferirá con tu libre albedrío. No obstante, si le pides ayuda, estará ahí al instante. «Con mucha frecuencia -dice Raguel-, veo gente que se desanima sin tomar conciencia de su potencial y de sus opciones. Mi disponibilidad es ilimitada y no hay ninguna razón para que intentes nada a solas habiendo tanta amistad a tu alcance. Yo suelo trabajar de una forma anónima dentro de otros grupos de personas que se dedican a ayudar, de modo que es posible que no sepas que yo estoy ahí asistiéndote cuando lo has solicitado. ¡Pero sí lo estoy!
Ayuda a:
La resolución de discusiones
La cooperación y la armonía en grupos y familias
La defensa de las personas que han sido tratadas injustamente
Adquirir poder, especialmente a los desvalidos
La mediación en las disputas
Poner orden
INVOCACIÓN
Raguel es maravilloso para resolver conflictos. Si has tenido una pelea con alguien y necesitas que haya una conclusión positiva con esa persona, pide a Raguel que intervenga:
«Arcángel Raguel, gracias por intervenir en mi relación con (nombre de la otra persona implicada), llevándonos a los dos a un nivel de paz y armonía. Estoy muy agradecido por tu ayuda para resolver nuestras diferencias con amor Y cooperación. Aprecio el perdón que sentimos mutuamente. Sé que la voluntad de Dios es la paz eterna y, como hijos de Dios, soy consciente de que los dos somos la encarnación de esa paz. Gracias por ayudamos a vivir esta verdad, ahora y siempre. En paz y con gratitud, te doy las gracias.»