“Amor-Verdad-Bondad”
Cuántas veces, al contemplar un águila, una gaviota ó un simple pajarillo, no exclamamos suspirando:
¡Ah, quién pudiera volar y sentir esa plenitud que da la libertad!
En que error hemos vivido al sentirnos limitados; al permitir que otro ser igual y más aún, que un vicio nos domine, privándonos de la LIBERTAD, que es nuestro regalo más preciado, que es nuestra Herencia Divina.
Dios que es todo amor, en su Misericordia Infinita, lo primero que dio al alma del hombre fue: LIBRE ALBEDRÍO.
Para que tuviera:
* Libertad en el actuar
* Libertad en el pensar
* Libertad en el vivir,
alcanzando así, la plenitud total.
Dios nuestro Padre, nos dio un alma libre, infinita y eterna. Un alma triple en la cual brilla la LLAMA TRIPARTITA, que es el reflejo del DIOS TRINO, la cual es intermediaria entre espíritu y materia.
El alma del hombre es triple, porque en ella se anida:
* LA PRESENCIA DIVINA, del Padre Universal
* EL AMOR Y PERDON, del Hijo Eterno
* LA MISERICORDIA, del Espíritu Infinito
El alma puede elevar al hombre hasta alturas insospechadas: Puede llevarlo en el Cisne Sagrado hasta alcanzar los límites de lo Divino.
Iniciemos nuestro ascenso espiritual, libremos el primer peldaño de la escala de Jacob, perseveremos, no nos detengamos, que al final de la escalera, brilla majestuosa la Gloria Trina del Padre Divino, Universal y Eterno.
No temamos a sufrir una caída, que abajo y más abajo, siempre están LOS BRAZOS ETERNOS; LOS BRAZOS AMOROSOS DEL HIJO DIVINO, que nos ayudan a aligerar la caída y nos impulsan siempre hacia adelante.