La abundancia no es una condición sino una actitud. Piensa en la pregunta muy popular: “¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?” La manera como respondas puede darte una idea de tu conciencia de prosperidad.
Sustancia universal
En en nivel espiritual, la abundancia es universal, omnipresente —por medio de la naturaleza, por medio del fluir infinito de inspiración, en tus relaciones personales con Dios y con los demás y en tu salud.
¿Crees que tu vida es abundante? Deberías hacerlo, porque la abundancia te rodea. Sigue tu guía interna para que reclames y disfrutes de todo lo que la vida te ofrece. Cada día es una oportunidad de avanzar para crecer espiritualmente, experimentar y lograr más que nunca. Tu mente está fértil con las ideas divinas y creativas. Estás rodeado por amor y sabiduría infinitos.
Éste es el momento de traer esta conciencia de prosperidad a tu diario vivir
Haz el compromiso de entrar y mantenerte en la corriente positiva de la vida.
Rechaza compartir conversaciones informales acerca de lo mal que está la economía, el alto costo de la vida o acerca de cualquier cosa a la cual no quieras decir “sí”.
Elimina de tu conciencia pensamientos tales como “no puedo”, “tengo miedo” y “no hay suficiente”.
Habla solamente de las cosas que quieres que vivan y prosperen.
Mantén tus pensamientos centrados en las ideas de abundancia, suficiencia y bienestar.
De vez en cuando, da a tu conciencia una dosis de optimismo al afirmar algo como: Dios es mi fuente de provisión instantánea, constante y abundante.
Recuerda, eres uno con Dios —la fuente de todo lo que necesitas.
Afirmación:
Dios es mi fuente, mi provisión todo suficiente. Tengo todo lo que necesito para nutrirme, sostenerme y prosperarme hoy y todos los días.