¿Has tenido últimamente alguno de estos síntomas? :
Una sensación como de nebulosidad de la mente, lapsus de memoria, falta de palabras al hablar o al escribir, falta de concentración, pérdida de interés en la información compleja, incapacidad de organizarte linealmente, sentirte “aturdido” con las palabras y la charla normal?
¿Tus patrones de sueño están cambiando? ¿Tienes oleadas de emociones inexplicables, momentos de alegría y momentos de depresión sin aparente sentido? ¿Has notado cambios en las percepciones sensoriales, tu visión se vuelve borrosa, ves cosas que luego no están allí, percibes partículas en el aire; aumenta o disminuye tu audición por momentos, sientes ruidos dentro de tu cabeza; notas acrecentados ante algunas circunstancias tus sentidos del olfato, tacto y gusto? ¿Estás sufriendo alergias o intolerancias que antes no tenías? ¿Te sientes por momentos lleno de energía y creatividad y en otros totalmente fatigado y cansado? ¿Cuándo estás cerca, tu PC se cuelga y tu presencia interfiere en las bombillas y en la radio? ¿Tienes mareos o sensaciones de vértigo o sientes que tu conexión en la meditación ya no es la de antes?
Pues si así es… ¡¡¡Bienvenido!!!
¡Bienvenido al cambio vibratorio! No es nada malo lo que te sucede, muy por el contrario. Estás en perfecta sincronía con el momento planetario, adaptando tu estructura a la aceleración electromagnética de la Tierra. ¿Qué quiero decir con esto? Te contaré:
En 1952, un físico alemán de nombre Schumann, constató que la Tierra está rodeada de un campo electromagnético que se forma entre el suelo y la parte inferior de la ionósfera, a unos 100 km sobre nuestras cabezas. Para aquella época dicho campo tenía una resonancia de 7,83 hertzios o pulsaciones por segundo. La resonancia Schumann es responsable del equilibrio de la biósfera, la temperatura y las condiciones mundiales del clima, así como también influencia directamente a través del hipotálamo a todos los mamíferos, seres humanos, delfines y ballenas.
La resonancia de las Ondas Schumann ha ido en aumento progresivo desde los años 80 (y más acentuado a partir de los 90), alcanzando valores de hasta 11 hertzios en 2003, y sigue acelerándose con picos de 15 Hz y hasta 18 Hz en tan sólo 8 años, lo que implica grandes cambios electromagnéticos en el equilibrio planetario, en nuestras células, en nuestro sistema nervioso central y hasta en nuestro ADN.
¿Te has preguntado porqué tienes la sensación de que el tiempo está más acelerado y ya no te rinde como antes? Pues estas percepciones tienen una base real, en la vibración de la resonancia Schumann.
La vibración natural de nuestro mundo se acelera, y es en este sentido físico, científico, que el Salto Dimensional tan augurado desde hace tiempo por los metafísicos, llega por igual para todos. Lo creas o no lo creas, nuestro planeta acelera su vibración y el cambio viene y toca también a tu puerta.
Durante un tiempo, notarás tus funciones mentales como “sedadas”, adormecidas. Este es un estado necesario para dar el siguiente paso hacia una nueva expansión mental. Estamos hablando de evolución, este es un CAMBIO EVOLUTIVO. Tu mente necesita expandirse, y no lo logrará focalizándose en las mismas cosas de siempre. Por lo tanto se limpia, se vacía. La nueva frecuencia vibratoria la sume en una especie de ensueño. Te dará miedo no funcionar con la linealidad, el orden y la sensación de dominio a los que estabas acostumbrado. No temas. No se trata de que a partir de ahora debas adaptarte a vivir con una mente empobrecida, sino que poco a poco la irás ajustando al nuevo patrón vibratorio, recuperando el equilibrio entre los hemisferios derecho e izquierdo. Mucha más información está queriendo ingresar a ti, y eso abruma la capacidad receptiva de tu cerebro. Cuando tu cuerpo físico se encuentre con una vibración afín, entonces aquella información pasará a formar parte de tu universo consciente, la “bajarás” hasta tu cuerpo y tu mente se verá más distendida. Entonces volverás a tener capacidad de enfoque, de concentración, de proyección, aumentadas por la incorporación de nuevos dones, como lo serán: un conocimiento más intuitivo de las cosas, una sensación de estar en sintonía con el todo, un aumento de tus capacidades telepáticas y de tu poder de manifestación mental.
La apertura hacia este nivel traerá también la disponibilidad de hacer uso de conocimientos antiguos y de establecer contacto a voluntad con el banco de Conocimientos de la Tierra, un campo en el que se guardan todos los conocimientos adquiridos por la humanidad a lo largo de la historia y del que podrás “bajar” información, tal como ahora lo haces por Internet.
Mientras estos poderes comienzan a desarrollarse, puede que te sientas cansado. Un extremo cansancio, un extremo agotamiento, te llevará a reposar, a buscar momentos de introspección, de silencio. Verás que a menudo este cansancio no se soluciona como lo hacía antes, con el dormir, pues la vibración continuará pulsando en tu mente y tu cuerpo. En cambio verás que con media hora de Meditación, quedas como nuevo. Tu cerebro se clarifica, tu cuerpo está relajado y predispuesto nuevamente a la acción. Te recomiendo meditar durante unos 20 minutos cada vez que te sientas cansado o deprimido.
En este proceso, estarás despojando tu mente de antiguas estructuras y realizando una limpieza emocional exhaustiva. La fatiga suele seguir a los cambios importantes, así como los mareos. Después de una liberación emocional grande, estamos más livianos, hemos perdido “peso” y necesitamos reajustar nuestro equilibrio.
Al empezar a operar con frecuencias más sutiles, te hará falta estabilidad. Enraízate en el suelo antes de meditar: De pie, con los pies descalzos, separados a la altura de los hombros y las rodillas semi flexionadas, te concentras en tu vientre y proyectas hacia abajo dos líneas de tensión que salen por tus pies al encuentro con la Tierra. Te sostienes en esa posición, “anclando” tu energía, cimentándote.
Estas dos prácticas sencillas se vuelven cruciales para evitar las incomodidades físicas del tránsito hacia la nueva frecuencia. La Cimentación te ayudará a enfocar la mente, llenarte de energía y soltar los miedos. La Meditación te permitirá fluir e integrar cada vez más fácilmente las nuevas frecuencias. Es bueno complementarlas con una dieta respetuosa de las necesidades de tu organismo (que serán cambiantes) y con algún tipo de terapia energética, como Reiki, Esencias Florales, Acupuntura, etc.
Lo importante al percibir cualquiera de estos síntomas, es saber que no estás haciendo nada mal, ni estás enfermándote, sino que estás siendo parte de un gran evento planetario y comienzas a percibir el Salto Dimensional en tu propio cuerpo.