BRIGANTIA o BRIGIT: Era un de las diosas de mayor entidad entre los celtas. Hija de Dagda y hermana de Angus, su nombre significa “la poderosa” o, como Brigantia, “la encumbrada”. En la antigua Irlanda era la señora de la poesía, la adivinación y de la sabiduría. Estaba asociada al sol y al fuego. Su fiesta se celebraba el uno de febrero que los celtas festejaban Imbolc, el comienzo de la primavera, motivo por el cual también se la asociaba con la fertilidad tanto de los campos, como de los animales y los seres humanos. En Escocia, y justo por ser diosa de la fertilidad y una vez llegada la cristianización, vieron en Santa Brígida, a la comadrona de la Virgen María y por eso era invocada por las parturientas cuando daban a luz. En el caso de Irlanda igualmente Brigantia fue sustituida por santa Brígida de Kildare. Curiosamente, en aquel lugar donde desde tiempo inmemorial los celtas había mantenido un altar con fuego permanente, fundo la santa un monasterio de religiosa. Se cuenta que a tan poderosa “isla de mujeres” no podía acercarse ningún varón. Cabe recordar, sin embargo, que la diosa no siempre estaba de buen humor y, cuando el tema de la cosecha no iba bien y para calmarla, se solía sacrificar un gallo en donde tres corrientes de agua se encontraban.