Los pensamientos se convierten en ”cosas”. Son materia.
Se manifiestan en lo exterior. Se convierten en sucesos, enfermedades, tropiezos o premios, desgracias o felicidades, dependiendo de si son negativos o positivos, y que nadie tiene la culpa de lo que a ti pueda ocurrirte en tu vida.
Tú eres el productor de todo lo que te venga o te suceda. Todo depende del clima mental en que vives. Si eres constantemente malhumorado, no te extrañe que te traten mal. Si eres contento, risueño, feliz, optimista, no te extrañe que seas popular, amado, bienvenido en todas partes y que todo lo que te ocurre es bueno.
Tenemos libre albedrío de escoger entre el Bien o el Mal, lo negativo o lo positivo. ¡Hágase según tu palabra! Lo que esperas que suceda sucedera, lo que tú decretes que suceda, sucederá. Lo que niegues, no ocurrirá. Cuando cambias tu modo de pensar, se transforma la manifestación exterior.
San Pablo el Apóstol lo expresó: “Somos transformados por la renovación de nuestras mentes”
Si alimentas ciertas ideas no tienes poder ni manera de cambiar las consecuencias. Estas son las cosas que verás suceder en lo exterior. Cada condición y situación de tu vida es la encarnación de una creencia que tienes en el subconsciente. Está alojada allí y produciendo su igual en el exterior.
Tus verdaderas creencias son lo que ves manifestadas. Pero hay una gran diferencia entre lo que verdaderamente crees; lo que crees que crees y lo que crees que debes creer. No es difícil distinguir entre estas tres cosas, porque como no verás suceder sino lo que tú realmente crees, puedes juzgarlo tu mismo.
Has oído decir muchas veces que somos hechos a imagen y semejanza de Dios. Eso significa que somos creadores como El, Dios creó los Universos con su Mente. Nosotros creamos nuestro mundo con nuestra mente.
El mundo en que vivimos no es ni malo ni bueno. Todo se juzga con el cristal que lo vemos
Te lo voy a dar con el ejemplo siguiente: Piensa en una lámpara. Piénsala con un bombillo de cien bujías. Ahora colócate una pantalla de color verde.
La habitación y todos los objetos que en ella hay se han afectado.
Todos tienen un tinte verdoso. Los colores limpios se han ensuciado. Los ojos se han ennegrecido. Todo se ha oscurecido.
Ahora cambia esa pantalla y coloca una de color rojo. Todo se ha transformado. Los verdes se han ensuciado, los rojos se han avivado. Son los mismos objetos pero visto con otro par de ojos.
Tu sabes que detrás de esa pantalla siempre está el bombillo blanco de cien bujías. Lo que estas viendo no es mentira. Está allí el color, pero es sólo una apariencia. El color verdadero es otro. Tu puedes quitar ese color en el momento que quieras.
Exactamente ocurre en tu vida. Cambia tu creencia, cambia la posición mental que estás manteniendo y todo se transformará.
Son los pasos que hemos ido dando en nuestra evolución. Estos pasos han ido apareciendo en la Tierra a medida que los humanos podían soportarlos, comprenderlos, absorberlos.
Todas las personas que están en religiones son porque las necesitan. Todas las que están estudiando la Nueva Enseñanza para la Era, han evolucionado en el estado de consciencia y en la percepción del mundo.
Hoy la mayoría de la humanidad está lo suficientemente adulta para poder digerir las enseñanzas superiores que comienzan por la búsqueda de la espiritualidad y el dominio de si mismo, Se avecinan grandes cambios en nuestra humanidad, que pronto estaran con nosotros, allí reside el verdadero poder, encontrar la iluminación, el satori, el despertar interno.
Allí reside el gran secreto de nuestras vidas, dominando y creando nuestro propio universo mental.