CRUZ MUTABLE
La perfección hacia la que el ser humano presiente que debe ir, es un camino lento, en el cual el tiempo no cuenta, tan solo el espacio toma la dirección.
La Sabiduría Antigua dice que durante innumerables v idas, la experiencia humana transcurre en los Signos que conforman la CRUZ MUTABLE, a través de los Signos de Géminis – Sagitario - Virgo y Piscis.
Bajo su mensaje, somos influenciables a todo cuanto nos llega de nuestro entorno. Se vive la intensa curiosidad por todas las cosas, conocimientos, estudios, relaciones, comunicación, todo ello componente de Géminis que lleva con el tiempo a la profundidad casi mesiánica de Sagitario, ampliando todo lo emprendido en su Signo complementario y formando con todo ello la base de ideales, de misticismo y sentido de religión.
Bajo Virgo, el deseo de perfección se lleva a través del silencio, con un cierto sentido de reserva, desarrollando un deseo de servir, de ayudar, obteniendo evolución interior a través de todo ello, llevando todo ello a la fusión de la personalidad y la entrega de la propia esencia para un bien mayor en el Signo de Piscis.
El problema puede ser el exceso de influenciabilidad a las opiniones de los demás, pero el deseo de saber y de amar está enfatizado en esta Cruz.
CRUZ FIJA
Lo aprendido bajo los anteriores ciclos, han consolidado nuestras seguridades, teniendo ideas formadas, opiniones y seguridades que pueden llevar a la terquedad total bajo las experiencias de la Cruz Fija.
Estas experiencias pueden ser difíciles de asumir.
En Astrología Esotérica se denomina a esta Cruz La Crucifixión del discípulo o la muerte de la personalidad. Todas nuestras seguridades son puestas a prueba una y otra vez, aprendiendo especialmente de la gran escuela que representan las relaciones. También los deseos, los apegos y todo lo que contribuye a darnos un sentido de identidad pasa por períodos de transformación y transmutación.
El Eje de Tauro – Escorpio, en cuyas experiencias se haya involucrada toda la humanidad, producen la comprensión de la limitación de los apegos, los temores que de ellos emanan, llevando finalmente a la comprensión de que la única pertenencia auténtica es la propia persona, el ser interior.
La entrega al amor por el amor en sí, es la liberación de Tauro cuando comprende la belleza de Venus, su Regente.
La pasión y el drama intenso de Escorpio, produce infinidad de muertes interiores, de profundas búsquedas que acaban llevando a la serenidad del auténtico arquetipo de Tauro. Entonces Venus y Marte se comprenden, y equilibran.
“La Misericordia y la verdad se encontraron; la Justicia y la Paz pudieron abrazarse”. (Salmo 85). Algo muy deseable en la época que nos toca vivir.
El sentido de identidad se llena de nobleza e ideales bajo el Signo de Leo. La búsqueda de lo que nos hace brillar, el encuentro con nuestra creatividad, las obras, los hijos, todo ello, una vez conseguido se desplaza hasta Acuario, con el pleno y maravilloso sentido de la impersonalidad que ni siquiera en muchos casos, necesita proyectarse en los hijos, pudiendo fácilmente adoptar y cuidar a otras vidas, aún teniendo hijos biológicos. El sentido de líder, de importancia de grupo amplía la identidad de Leo.
CRUZ CARDINAL
Cuando llegamos a encarnar bajo esta exigente Cruz, nos hemos comprometido a tomar bajo nuestros hombros, el peso de la responsabilidad, el poder de decisión y de dirigir en las asuntos de las sociedad.
En Cáncer, el sentido de patria, hogar, raíces, nutrición en todos los sentidos, llevará a la persona a la entrega de sus energías al compromiso que interiormente siente hacia esos estados o personas que dependan de su responsabilidad.
Esto lo proyectará en Capricornio en un compromiso con el entorno socio profesional, en su papel en la sociedad. Se ha estado preparando para ello durante eones, a través de las otras Cruces, para poder merecer el axioma espiritual de que “Dios escribe su sello en la faz de Capricornio”.
Las Leyes serán el marco en el que se moverá e intentará hacer cumplir a los demás. Grandes legisladores y jueces, están bajo este Signo en la Cruz Cardinal.
El Yo Soy de Aries capta la fuerza primigenia de los arquetipos creadores. Las semillas innovadoras crecen con fuerza bajo esta energía de Fuego creador y la identidad es el logro deseado a lo cual puede anteponer todo lo demás.
En Libra, toda esa fuerza que roza el egoísmo se vierte en la fusión y entrega de todo lo adquirido en lo que conforma el mundo de “sus otros”. Respeto a la pareja, a cualquier equipo con el que colabore y un sentido total de comprensión hacia las Leyes emanadas desde Capricornio. También bajo este Signo, abogados y personas relacionadas con la Ley tienen su particular entorno.
El Alma tiene que haber adquirido su mayordomía, su debida evolución.
Lógicamente todo lo expresado anteriormente, indica la energía primordial de cada Cruz. Dependerá de cómo se han vivido las experiencias, que lo aprendido en la Cruz Mutable, se convierta en terquedad insoportable en la Fija y en despotismo o sentido dictatorial en la Cardinal.